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UNA CONSULTA MUY PARTICULAR

UNA CONSULTA MUY PARTICULAR

ESCENARIO. Os propongo que para esta obra decoréis el fondo del escenario como si se tratara de una plaza de toros. Se puede pintar media plaza de toros con la barrera, burladeros y un graderío detrás. En el escenario solamente colocamos una mesa y un sillón de dentista en los dos laterales ponemos bancos suecos de los de E. Física para que se sienten los pacientes y dejamos espacio por el centro. Reconozco que esto os parezca complicado y bueno os propongo entonces el plan B, que sería preparar un escenario de una consulta de un médico dentista, dejando, eso si, espacio en el centro para torear.

PERSONAJES:

RADIO. – Se puede hacer una grabación y poner la cinta en un radio casete. También puede hacer de radio un niño-a escondidos.

DOCTOR. Niño disfrazado de médico.

ENFERMERA. Niña disfrazada de enfermera.

VICTORINO. Niño caracterizado de enfermo de pueblo con dolor de muelas.

PACIENTES. Cuatro o cinco niños y niñas disfrazados de enfermos.

CELADORES. Dos niños fuertotes disfrazados de celadores.

CAMILLEROS. Dos niños o niñas disfrazados de camilleros o celadores que sería lo mismo.

PUBLICO. En el caso de que salieran muchos voluntarios para interpretar esta obra y no hubiera papeles para todos podemos meter actores de público que vitorearían al doctor y luego al final de la obra le tirarían prendas de vestir y cosas curiosas.

PROPUESTA DIDÁCTICA

DURACIÓN

Se inicia con el escenario preparado tal como os indicaba anteriormente o como libremente lo hayamos dispuesto. El doctor y la enfermera hablan en el centro.

PRESENTADOR-A. - ¡Buenos días a todos! Los alumnos de quinto hemos preparado una obra de teatro titulada “Una consulta muy particular”. En ella se compara una consulta médica con una corrida de toros, creemos que es muy divertida por eso esperamos que os guste y os pedimos que guardéis silencio.

ACTO I

NARRADORA I. – Señoras y señores esta es la consulta de un dentista, allí en recepción tenemos a las dos enfermeras, aquí en el centro están dos enfermeros estudiantes de medicina y ayudantes del dentista en los casos más graves y en este rincón se encuentra la sala de espera de los pacientes de un momento a otro llegará el doctor y dará comienzo la corrida, es decir la consulta.

(Entra el doctor en la consulta)

ENFERMERA. I. - ¡Buenas tardes doctor!

ENFERMERA II. - ¡Buenísimas tardes doctor guapísimo!

DOCTOR. - - ¡Buenas tardes enfermeras! ¿Cuántos pacientes tenemos?

ENFERMERA I. – Esta tarde tenemos seis pacientes doctor.

ENFERMERA II. – No señor tenemos un paciente y cinco más.

DOCTOR. – Bueno es igual lo mismo que si se tratara de una corrida de toros. Seis toros o seis pacientes. ¡A propósito. Enfermera ponga la radio que me parece que van a retransmitir una corrida de toros. Así nos entretenemos mientras atendemos a los enfermos.

ENFERMERA I. – Ahora mismo doctor. (La enfermera hace como que conecta la radio de cartón que hemos preparado y que hemos puesto en un lugar visible pero no se conecta) Parece que no funciona.

ENFERMERA II. – Déjame a mí que tu no sabes (Le da un golpe y se pone en funcionamiento) Lo ves lista que es una.

RADIO. LOCUTOR I – (Comienza con música y después habla) ¡Buenas tardes señoras y señores oyentes. En estos precisos momentos vamos a dar comienzo a la retrasmisión de la quinta corrida de feria desde la ciudad de Granada. (Se para)

RADIO. LOCUTOR II. – Efectivamente como bien dice mi compañero dentro de breves momentos vamos a retransmitir la quinta corrida de la feria del Corpus que se celebra en la ciudad de la Alhambra.

DOCTOR. – Enfermeras. Vamos a empezar con la corrida de toros es decir con la consulta y díganme cómo se llama el primer paciente.

ENFERMERA.- Si doctor. El primer paciente se llama Don Victorino Bravo de Miura.

ENFERMERA II. – Don Victorino no es un toro pero se le parece mucho, tenga cuidado doctor no le vaya a hacer algo malo.

DOCTOR. - ¡Que mala suerte he tenido! Para ser el día de mi alternativa me va a tocar lidiar con un “Victorino” revuelto de miura pero bueno hágale pasar.

RADIO. LOCUTOR I. – En estos precisos momentos señoras y señores va a salir a la arena el primer toro que se trata nada más y nada menos de un Victorino.

RADIO. LOCUTOR II. – Efectivamente tenemos ante nosotros a un auténtico Victorino con mucha casta y gran bravura. Vamos a ver si el torero es capaz de torearlo bien.

ENFERMERA I. – Que entre en la plaza, quiero decir en la consulta el primer toro, perdón, quiero decir el primer paciente Don Victorino Bravo de Miura.

ENFERMERA II. – Eso que entre que entre.

(Se oye una música de corrida de toros anunciando que va a salir el toro)

VENDEDOR. - ¡Vendo pipas, cacahuetes, y cervecita fresca!

NARRADORA II. - El paciente entra en el escenario muy deprisa con la cabeza baja y con la mano izquierda en la cara. Da una vuelta por el escenario y se queda mirando al doctor como si fuera un toro, da patadas en el suelo y gruñe como los toros.

RADIO. LOCUTOR I – Y en estos momentos hace su aparición en la plaza el primer toro. Este toro es de la ganadería de Don Victorino y como pueden ver ustedes es de pelo negro, cuernos cortos y patizambo, pesa quinientos quilos y es de extraordinaria bravura.

RADIO. LOCUTOR II. – El toro ha dado dos vueltas a la plaza y ahora se encara con el torero. Los subalternos se esconden asustados.

ENFERMERA I. - ¡Ay madre, qué miedo! Yo me escondo en el burladero.

ENFERMERA II. – Tu como siempre tan cobarde. Aprende de mí que doy la cara.

(La enfermera I se esconde detrás de la mesa y se queda el médico y la enfermera II en pie frente al enfermo)

DOCTOR. – No se esconda enfermera, no me deje solo con el bicho, quiero decir con el paciente.

ENFERMERA. – El toro, digo el paciente, es suyo, que para eso es usted el torero, quiero decir el médico. ¡Ay madre que nerviosa estoy que no se lo que me digo! Doctor llévelo hacia el sillón.

(A todo esto el paciente no para de moverse por el escenario tocándose la cara con la mano y quejándose pareciendo que muge un toro, de vez en cuando se para, se fija en el doctor y lo amenaza y luego se dirige a la enfermera y hace como que le habla con gestos y aspavientos)

RADIO. LOCUTOR I– Vean ustedes que toro no acaba de centrarse en el torero, es preciso que el maestro lo estudie y descubra el punto por donde se le pueda lidiar.

RADIO. LOCUTOR II. – Efectivamente señoras y señores el toro se presenta difícil, no hace caso del torero y mucho nos tememos que no vamos a ver y un buen espectáculo.

ENFERMERA II. – Victorino pare ya de dar vueltas. Quieto ,parao.

DOCTOR. – Venga Victorino siéntese aquí. ¡Eh, eh venga, venga!

PACIENTE. – No quiero. (Arremete contra el médico y este le da un pase torero)

RADIO LOCUTOR I. - ¡Olé! Muy bien el torero le ha dado un capotazo por todo lo alto ante la peligrosa embestida del toro.

DOCTOR. - ¡Aquí, aquí, eh, eh!

PACIENTE. – Que no me da la gana. (Vuelve a arremeter contra el médico y este le vuelve a dar otro pase más)

RADIO. LOCUTOR II. – ¡Olé y oleé! Otro nuevo pase, parece señoras y señores que esto se está animando.

DOCTOR. - ¿Qué hago? El bicho no se está quieto y no para de dar vueltas por la plaza, digo por el consultorio.

ENFERMERA II. – En estos casos lo que se hace es llamar su atención para que se detenga.

DOCTOR. – Victorino, ¡Eh, eh! ¡Alto ahí! ¡Quieto parao!

NARRADORA I. - El paciente se pone agresivo, arremete contra el doctor y pretende llevarlo por delante, menos mal que el doctor esquiva el golpe.

DOCTOR. – ¡Enfermera! El enfermo, no para. No se sienta en el sillón. Además está brioso y tiene todas las fuerzas?

ENFERMERA I. – No se preocupe doctor que ahora llamo a los picadores quiero decir a los enfermeros para que le ayuden con el paciente.

(Vuelve a sonar música de trompeta anunciando el cambio de tercio.

RADIO. LOCUTOR I– Señoras y señores nos encontramos con un animal de mucha fuerza y bravura que no hace caso del torero es necesario picar al toro para quitarle fuerza y brío y así conseguir que se centre en el torero.

RADIO LOCUTOR II. – Así es de un momento a otro el presidente autorizará para que entren los picadores

NARRADORA I. - Acto seguido entran dos celadores que, protegidos detrás de su camilla a modo de escudo lo hartan de palos y hacen como que lo pican, el Pobre paciente en un primer momento se retira de los celadores y se va al otro extremo del escenario.

DON VICTORINO. - ¡Ay madre qué paliza me han dado!

CELADORES. – (Lo citan) Victorino, ven para acá si eres hombre.

(El paciente se arranca y ellos parapetándose detrás de la camilla le dan con porras de cartón)

CELADORES. – Toma, toma y toma. ¿Quieres más?

(El paciente se retira un poco, se lo piensa y arremete otra vez todo ello acompañado de bramidos)

DON VICTORINO. - ¡Hay madre qué paliza me han dado! ¡Os vais a enterar!

CELADORES. – Toma y toma bicho malo para que te enteres.

RADIO. LOCUTOR I – Como han podido observar ustedes el toro ha repetido voluntariamente el castigo demostrando su bravura.

RADIO. LOCUTOR II. – Si señoras y señores tenemos ante nosotros a un buen morlaco con mucha fuerza. Los toros de don Victorino suelen ser así no nos cabe duda.

DON VICTORINO. - ¿Es que me queréis matar? Pues yo os mataré a vosotros. (Se va otra vez hacia ellos)

CAMILLEROS. – Con que quieres más. Pues ¡Toma, toma y toma!

(Otro paciente que está allí sentado en la consulta grita)

PACIENTE I. – Dejarlo ya que le quitáis las fuerzas y luego no se puede torear.

PACIENTE II. – Asesinos, dejad a don Victorino ya ya, que lo vais a matar.

(Se retiran los celadores)

DOCTOR. – Dejadme solo con Victorino no me lo maltratéis más que luego se resabia.

RADIO. LOCUTOR I. - El torero ha tomado una sabia decisión, ha mandado que se vayan los picadores porque ya habían castigado bastante al morlaco.

RADIO. LOCUTOR II. – Efectivamente señoras y señores al torero se le ve con ganas y quiere que el toro se quede con fuerzas para seguir toreándolo.

DOCTOR. - ¡Venga fuera de aquí dejadme solo con el paciente!

(Todos los pacientes que están de público aplauden la decisión del médico)

DOCTOR. – Aguántamelo un momento enfermera que voy a brindar digo voy a consultar con el doctor jefe.

ENFERMERA. – Venga aquí Victorino que le voy a tomar el pulso.

(Victorino se acerca a la enfermera)

TROMPETERO. - Vuelve a escucharse otro toque de trompeta. El doctor hace como si brindara el toro al público pero llama al doctor jefe)

DOCTOR. – Doctor jefe, ¿Qué hago con este paciente que todavía no se lo que le pasa?

DOCTOR JEFE. – Procure llevarlo a los medios y pregúntele lo que le pasa.

DOCTOR. – Gracias jefe. Va por ustedes señores. (Hace el gesto de brindar al público y todos le aplauden)

RADIO.LOCUTOR I – Como saben ustedes nos encontramos retransmitiendo la corrida de toros desde la plaza de Granada. En estos momentos se ha terminado de picar el toro y se procede al cambio de tercio.

RADIO. LOCUTOR II. – Efectivamente señoras y señores estamos viendo una magnífica corrida en la monumental plaza de toros de Granada. En estos momentos el torero pide opinión a sus subalternos.

DOCTOR. - ¡Cómo lo ven ustedes enfermeras?

ENFERMERA. I. – Lo veo peligroso y le aconsejo que lo toree por alto, el toro, digo el paciente va mejor por arriba.

ENFERMERA II. – Si doctor lléveselo a su terreno y dele un capotazo por todo lo alto a ver como responde.

VENDEDOR. – Vendo bocadillos de chorizo y cervecitas frescas.

ENFERMERA I.- Fuera de aquí, se ha creido usted que está en una plaza de toros.

DOCTOR. – Muy bien. ¡Eh, Victorino! ¿Qué le sucede? ¿Le duele la barriga?

PACIENTE. – No señor. (El paciente hace como si se arrancara hacia el doctor y luego se da la vuelta)

ENFERMERA I. – Que no doctor, por lo bajo no va bien, por arriba, por arriba.

DOCTOR. - ¿Tiene usted la gripe?

VICTORINO. - ¡Que no!

(Victorino escupe y luego hace como si escarbara en el suelo moviendo los pies)

DOCTOR. –Enfermera, se ha parado, me mira fíjamente, ha escupido y escarba.

ENFERMERA II. – Malo, malo. Eso de escarbar y echar espumarajos por la boca es mal síntoma y significa que el toro digo el paciente está resabiado y se ha vuelto peligroso.

RADIO. LOCUTOR I. – La verdad es que el toro está resultando difícil de torear, no pone nada de su parte y el torero no sabe qué hacer si torearlo por bajo o por lo alto ya que además el animal encierra mucho peligro.

DOCTOR. – Entonces ¿Qué hago?

ENFERMERA I. – Lo mejor en estos casos es torearlo por lo alto doctor, ya se lo hemos dicho.

DOCTOR. – Vamos a ver Victorino. ¿Tiene hemorroides? ¿Tiene picores en el ano?

VICTORINO. - ¡Queeee! (Victorino se encara con el médico y lo amenaza peligrosamente)

ENFERMERA II. – No le haga esa pregunta doctor que se va a enfadar más.

DOCTOR. – Le pregunto que si tiene almorranas, vamos que si le pica el culo.

VICTORINO. - ¡Que si me pica el culo? Al que le va a picar el culo va a ser a usted. (Acto seguido arremete contra el doctor y le va chinchando en el culo con el bastón)

NARRADORA II. – Nueva agresión del paciente hacia el doctor pero el doctor se tira en el suelo y comienza a girar sobre sí mismo como hacen los toreros cuando los coge el toro, salen al escenario; la enfermera y los celadores que detienen al paciente.

RADIO LOCUTOR I. – (Con voz alterada) Ya lo veníamos anunciando, se lo decíamos a ustedes, en estos momentos el toro ha embestido diréctamente al torero y lo ha volteado aparatosamente.

RADIO LOCUTOR II. – Efectivamente ya lo decían los subalternos a este toro hay que torearlo por arriba que por abajo lleva mucho peligro pero afortunadamente, el torero con gran maestría ha salido bien del trance, deseamos todos que la cogida no sea grave, pero no, ya se levanta indicando a todos lo que dejen.

(Se levanta el doctor y haciendo gestos ostentosos de que se vayan todos dice)

DOCTOR. - ¡Fuera, fuera todos! Dejarme solo con el. El bicho es mío.

ENFERMERA I. - ¡Por su madre doctor! ¡Hágame caso! Toréelo por lo alto ya le advertí que por bajo era peligroso.

ENFERMERA II. – Pues claro es que es usted muy cabezón y no nos quiere hacer caso.

DOCTOR. – Vale ya, les voy a hacer caso enfermeras. ¿Le pican las orejas. Señor Victorino?

VICTORINO. – Cerca de las orejas, si señor.

PACIENTE. - ¡Olé!

DOCTOR. – ¿Acaso lo que le duele es la nariz?

VICTORINO. – (Haciendo un gesto con la mano y dándose otra vuelta)

- Por ahí, por ahí

PACIENTE. - ¡Olé!

ENFERMERA. – Lo ve doctor por alto entra mejor. Dele usted dos o tres pases más que el animal da poco juego.

RADIO LOCUTOR I. – Muy bien, ahora por fin el torero lo está toreando por alto y lo está haciendo muy bien oigan ustedes como la gente lo aplaude.

(Todos los pacientes que están de público lo aplauden)

RADIO. LOCUTOR II – Efectivamente señoras y señores a partir de la cogida que sufrió el torero. Este se ha envalentonado y se está haciendo con el toro y le está sacando al morlaco unos pases de extraordinaria calidad. Las palmas están que echan humo la plaza se viene abajo

DOCTOR. - ¿Le duelen las muelas?

(El paciente da una vuelta y se arrodilla delante del doctor y le suplica)

VICTORINO. – Por sus hijos buen doctor yo se lo pido de hinojos sáqueme usted la muela que si no me vuelvo loco.

PACIENTE. - ¡Olé, olé y olé!

RADIO. LOCUTOR I - ¡Qué bonito! La maestría y buen hacer del torero lo han conseguido. La fiera ya está domada y el torero que lo sabe nos deleita con muestras de su valentía, manosea y toca la testuz del bicho como si de un manso se tratara.

(El doctor le toca al enfermo la cabeza, la cara y le da un beso en la frente. Luego se vuelve hacia el público en un desplante y gesto muy torero)

(Los celadores, la enfermera y los demás pacientes aplauden y vitorean al doctor)

RADIO LOCUTOR II. – Ya lo están oyendo señoras y señores la plaza se viene abajo, seguro que como mate bien le darán las dos orejas y el rabo.

RADIO. LOCUTOR I – Esto es el delirio, señoras y señores, la plaza se viene abajo las palmas echan humo, esta claro que si consigue matarlo bien conseguirá algún trofeo.

ENFERMERA II. – Muy bien doctor, ya lo tiene camelado, obedece y se arrodilla cuando el paciente se humilla es porque está entregado. Un pase más y listo para matarlo.

DOCTOR. – Siéntese ahí don Victorino.

(Victorino se sienta donde le indica el doctor)

DOCTOR. – Ahora abra la boca.

(Victorino obedece)

PACIENTE. – Mátalo ya, mátalo.

ENFERMERA I. – Mátelo ya doctor que el toro digo el paciente no da más de sí. Y lo está pidiendo la gente.

(El doctor hace poses valientes delante del paciente)

DOCTOR. – Dígame qué muela es que yo se la sacaré.

VICTORINO. – Me duele la muela del juicio de la encía de abajo.

ENFERMERA. II– El bicho está entregado colóquelo para el estoque, que ya lo tiene mareado.

NARRADORA I. - El doctor hace caso de la enfermera y se retira al extremo del escenario para coger a modo de estoque una jeringuilla gigante. Se coloca delante de Victorino y adopta la posición de los toreros de ir a matar.

DOCTOR. – No se mueva don Victorino que esto es cosa de un segundo.

(Don Victorino pone cara de susto y se levanta del sillón y hace ademán de marcharse)

ENFERMERA I. – Vuélvalo a colocar, doctor, que así no lo puede pinchar.

(El doctor baja la jeringuilla y anima al paciente a que se siente otra vez)

DOCTOR. – No se asuste don Victorino. Siéntese nuevamente que yo le saco la muela como me llamo Vicente.

ENFERMERA II. – Por esa parte entra bien doctor. Cuádrelo, cuádrelo.

(Victorino se vuelve a sentar y el doctor esconde la mano en la que tiene la jeringa y con la otra le acaricia la cabeza)

DOCTOR. – Mire allí Don Victorino que va volando un pollino.

(Victorino mira en la dirección que le indica y en ese momento aprovecha para ponerle la inyección. Victorino hace varios aspavientos y al final se queda dormido con la boca abierta)

ENFERMERA Y PACIENTES. – (Aplauden y vitorean al doctor) ¡Bravo!, ¡Vaya faena! ¡Torero, torero, torero!

NARRADORA II. - El doctor les saluda agradeciendo sus vítores y se dispone a sacarle la muela.

(Lo que hace con mucha teatralidad con unos alicates muy grandes hace como que le saca una muela muy grande que hemos dibujado en cartulina y que llevaba el paciente escondida en su jersey))

RADIO LOCUTOR I. – Como les decíamos el presidente ha concedido al torero una oreja por la buena faena realizada y mientras salen las mulillas de arrastre para llevarse al toro el torero se dispone a dar la vuelta al ruedo.

(Salen dos niños disfrazados de camilleros, cargan con el paciente en una camilla y se lo llevan del escenario. El doctor mostrando la muela al público se da una vuelta por el escenario y al final arroja la muela a la gente. Todos los niños le tiran cosas al escenario y le aplauden)

RADIO II. – Y nosotros damos por finalizada la retrasmisión de esta emocionante corrida de toros desde la monumental plaza de toros de la ciudad de Granada. Gracias por su atención.

FIN

GUERRA Y PAZ

GUERRA Y PAZ

Esta obra pertenece al grupo de las que escribí en enero del 2.006 para celebrar el día escolar de la paz y de la no violencia y que representamos en el Colegio de “Los Pinares” el día cinco de febrero de ese mismo año.

También está pensada para educar en Inteligencia emocional y para que los niños valoren la paz en contraposición a la cultura histórica de la guerra.

Aunque tiene tres pequeños espacios escenificados, casi toda la obra es una narración en la que diferentes presentadores van leyendo un pequeño resumen de la historia de la humanidad. Yo os la presento tal cual, ustedes son muy dueños.

PERSONAJES

PRESENTADOR I.. Niño o niña vestidos normalmente.

PRESENTADOR II. Niño o niña vestidos normalmente.

PRESENTADOR III. Niño o niña vestidos normalmente.

PRESENTADOR IV. Niño o niña vestidos normalmente.

PRESENTADOR V. Niño o niña vestidos, pues claro no los vamos a sacar desnudos.

CAVERNÍCOLAS. Dos o tres niños disfrazados de cavernícolas.

ROMANOS. Dos o tres niños disfrazados de romanos.

CABALLERO I. Niño disfrazado de caballero de la E. Media.

CABALLERO II. Niño disfrazado de caballero de la E. Media.

OBJETIVOS PEDAGÓGICOS.

Con esta obra pretendo concienciar a los niños de lo desastrosas que han sido las guerras para la humanidad. Muestro las causas de esas guerras que eran por lo general porque se educaba en otros valores. Valores que lo fueron en algún tiempo de la humanidad y hoy cuestionados como el racismo, los fanatismos religiosos, los nacionalismos exacervados. A propósito de este tema me viene a la memoria una canción que me enseñaron en la escuela hace casi cincuenta años; "Por Dios, por la patria y el rey, pelearon nuestros padres. Por Dios, por la patria y el rey pelearemos nosotros también". Sin comentarios. Frente a esa histórica cultura de la guerra hay que valorar la cultura de la paz y para eso debemos educar en valores universales y humanitarios.

REALIZACIÓN

PRESENTACIÓN DEL ACTO A CARGO DEL JEFE DE ESTUDIOS.

PRESENTACIÓN POR PARTE DE LOS NIÑOS DE SECUNDARIA.

PRESENTADOR I. ¡Buenas tardes a todos! El día 30 de enero se celebró en España el día escolar de la paz y la no violencia. La razón de que haya sido elegido este día es que un 30 de enero fue asesinado un gran defensor de la paz y partidario de la lucha no violenta. Este hombre fue Mahatma Gandhi.

PRESENTADOR II. – Mahatma Gandhi fue un jefe nacionalista hindú que luchó durante toda su vida por la independencia de la India que en aquel tiempo estaba en poder de los ingleses. La importancia de Gandhi es que jamás utilizó la violencia. Sus armas fueron la huelga de hambre y la desobediencia civil, demostrando al mundo que se pueden conseguir victorias políticas sin necesidad de recurrir a la guerra o al terrorismo.

PRESENTADOR III. – Hoy, para celebrar este día, los niños de Infantil, todos los ciclos de Primaria y los alumnos de Secundaria hemos preparado una serie de escenificaciones con las que pretendemos identificarnos con la cultura de la paz y en la educación en valores para la no violencia. Queremos mejorar este mundo y aportar nuestro granito de arena para conseguir que en el futuro triunfe la paz.

PRESENTADOR IV. – También desde aquí queremos denunciar la actual situación internacional de guerra. Los actos de terrorismo que se cometen casi a diario en paises como Irak, y también los asesinatos que se ordenan desde paises que se dicen defensores del orden y de los derechos humanos como la pasada matanza de inocentes en un pueblo de Pakistán. A todos ellos les decimos que son asesinos y que la cultura de la guerra debe terminar.

PRESENTADOR V. – Estamos convencidos de que aquella famosa frase de Cicerón que dijo “Si quieres la paz prepárate para la guerra” es mentira y está sobradamente demostrado que para que exista la paz debemos prepararnos desde pequeños para aprender a resolver los conflictos sin recurrir a la violencia. Las guerras no traen más que la muerte y la destrucción. Debemos, entre todos cambiar esta mentalidad bélica que ha acompañado la historia de la humanidad desde sus comienzos, y sustituirla por la cultura de la paz. Por lo tanto hay que decir “Queremos la paz y vamos a aprender a vivir en paz”

PRESENTADOR I. Es muy triste pero es verdad. En lineas generales podemos decir que la historia de la humanidad es la historia de sus guerras. No sabemos lo que haría el hombre cuando todavía era una especie de mono más entre las demás especies de monos que habitaban el planeta; pero lo cierto es que desde que comenzó la civilización, es decir, desde que el hombre salió de su estado salvaje aprendió a guerrear y a matar a otros grupos de hombres para así dominarlos y esclavizarlos.

PRESENTADOR II. – Tienes razón, las Culturas Antiguas que estudiamos en los libros de historia como primeras civilizaciones se basaban en lo que tu acabas de decir en el dominio por la fuerza de unos pueblos sobre otros. Entonces predominaba el sistema de la esclavitud y eran necesarias las guerras para conseguir esclavos como mano de obra barata. A continuación vamos a hacer un resumen de la historia de la humanidad en clave de sus guerras y también en sus escasos periodos de paz.

PRESENTADOR III. – Si os parece comenzamos con los egipcios. El Imperio Egipcio surge con la lucha de las tribus del Delta del Nilo contra los pobladores de los territorios del sur. Vencieron los hombres del Delta y surgieron dos reinos , el del Alto y del Bajo Egipto. La unificación definitiva se consigue hacia el año 3.000 A. De C. La cultura egipcia floreció durante dos mil años en los cuales salvo escasos periodos de paz se sucedieron guerras contra todos los pueblos vecinos.

PRESENTADOR IV. – En esta zona del mundo “civilizado”, entre comillas, aparecieron y desaparecieron civilizaciones fundamentadas en la guerra, es decir en el poder de sus ejércitos. Florecían y se mantenían mientras conseguían mantener un fuerte ejército con el que conquistaban territorios, hacían miles de esclavos y dominababan a otros pueblos a los que obligaban a pagar fuertes tributos. Cuando degeneraban y su ejército perdía fuerza caían víctimas de los mismos pueblos que antes tenían bajo su poder. Así estudiamos: El Imperio de Hammurabi, El Imperio Asirio, El Neo babilónico y El Imperio Persa.

PRESENTADOR V. – A continuación os vamos a hacer una pequeña representación humorística de cómo vivían los hombres en esta época. Por una parte estaban los civilizados.

(Aparecen por una parte del escenario tres niños vestidos de guerreros con lanzas y espadas)

Y por la otra parte estaban los salvajes que como eran salvajes pues eran los malos.

(Aparecen por la otra parte del escenario otros tres niños vestidos de primitivos con porras)

Y se ponían a pelear por cualquier motivo.

REALIZACIÓN

PRIMITIVOS JUNTOS. – (Señalan en el suelo una linea y hacen gestos de que el terreno que hay de la linea para adentro es suyo y los otros no pueden pasar.)

- ¡Ahhh, Ehhh! Quí pacá. Tierra nuestra, nuestra. No pasar. No pasar. Porque...

(Levantan sus garrotes y hacen muestras de que les pegarán con ellos a los otros civilizados)

CIVILIZADOS. – (Señalándolos con el dedo, se ríen de ellos) ¡Ohhh. Ihhh! ¡Je, je, je, je!

CIVILIZADOS I. – Mira lo que dicen estos primitivos que no pasemos de esa raya que esa tierra es suya.

CIVILIZADOS II. – Nosotros tenemos mejores armas, vamos a luchar contra ellos, los derrotamos y los hacemos nuestros esclavos.

CIVILIZADOS III. – Si vamos a luchar.

(Los civilizados se acercan a la linea, la pisan y pasan al otro lado. Los salvajes se enfadan y les amenazan con sus garrotes. Los civilizados cogen sus espadas y empiezan a luchar, derrotan a los primitivos, le ponen el pie encima de su pecho, los atan y se los llevan a su tierra como esclavos. Todo esto se hace intercambiando palabras y frases por parte de unos como de otros)

- ¡Toma salvaje!

- ¡Ay, ay, ay! ¡Qué daño me has hecho!

- ¡Ríndete cobarde!

- No me mates. Seré tu esclavo.

- Bueno por hoy te perdono la vida.

(Termina la representación y se retiran del escenario. Aparecen nuevamente los presentadores)

PRESENTADOR I. – Por fin llegamos a la civilización griega, la más importante del mundo antiguo y de la que la cultura del mundo occidental, es decir la nuestra, forma parte. Los griegos políticamente estaban organizados en “Polis” que eran ciudades estados independientes y que por lo general guerreaban las unas con las otras. Solo se unían cuando los atacaba otro ejército invasor como por ejemplo cuando fueron atacados por los persas. Estas guerras que mantuvieron los griegos contra los persas se llamaron “Guerras Médicas”.

PRESENTADOR II. - En la Grecia Antigua existían dos ciudades más importantes que las demas y que siempre estaban enfrentadas, eran la ciudad de Esparta y la de Atenas. Esparta y Atenas tenían sistemas políticos y educativos diferentes. Los espartanos educaban y preparaban a los niños desde pequeñitos para la guerra, los atenienses los educaban para que fueran ciudadanos libres.

Al final Esparta se impuso a todas las ciudades y Alejandro Magno organizó un poderoso ejército con el que invadió y conquistó medio mundo. Es decir lo de siempre.

PRESENTADOR III. – En honor a la verdad tenemos que decir que entre guerra y guerra también hubo periodos de paz y que en estos periodos floreció la cultura como en ningún otro sitio. En este sentido tenemos que destacar la época de Pericles, llamada “el siglo de oro”.En esta época se desarrolló la filosofía con Sócrates, Platón y Aristóteles , el teatro con Esquilo, Sófocles y Eurípides, la historia con Herodoto y Tucídides, la medicina, las matemáticas. Se construyeron en Atenas grandes templos como El Parthenón.

PRESENTADOR IV. – Cayó la cultura griega y surgió la romana pero también estaba fundamentada en el ejército y en un sistema esclavista. Los romanos guerrearon contra todo el mundo conocido. Primero se cargaron a los Cartagineses en las guerras Púnicas, después siguieron invadiendo territorios y continuaron con guerras de conquista Las guerras de Hispania en nuestro país, las guerras de la Galia, en Francia, en Grecia, en Egipto, en Germania, en Britania, casi toda Europa y el norte de África pasaron a pertenecer al Imperio Romano.

PRESENTADOR V. – Si, es verdad, pero los romanos, no solo se dedicaron a guerrear, también hicieron otras cosas. Si nos quedáramos con el aspecto bélico de su cultura no seríamos justos. Al igual que los griegos, los romanos desarrollaron una importante cultura. En el aspecto político fueron los creadores de la República como forma de gobierno, En arquitectura descubrieron el arco de medio punto y la bóveda de cañón cosas que los griegos no conocían, desarrollaron el derecho, regulando algunos aspectos de las relaciones sociales como “el derecho de propiedad” y “sucesiones” que continuan hoy día en la legislación actual.

PRESENTADOR I. – Cuando la civilización romana perdió poder invadieron el Imperio los pueblos “bárbaros” que eran pueblos germánicos que desde hacía tiempo estaban acosando al Imperio al este del río Rin. Estos pueblos eran: los visigodos, ostrogodos, suevos, vándalos, y alanos. Sin apenas resistencia se adueñaron del Imperio romano occidental y se asentaron formando reinos y pequeños estados. Desapareció el comercio, la gente huyó de las ciudades, cayó la cultura y apareció la Edad Media.

PRESENTADOR II. – La Edad Media se caracteriza por el Feudalismo. Los señores feudales eran los dueños de las tierras, vivían en sus castillos y palacios y disponían de un ejército. Despreciaban la cultura, no sabían leer ni escribir, su única ocupación era la caza y la guerra. Peleaban unos con otros y con el rey. España es invadida por los musulmanes en el año 711 y hasta el 1492 se sucedieron las guerras de La reconquista entre los cristianos y los moros En este tiempo hubo pocos avances en la cultura.

A continuación vamos a representaros una pequeña escena que con carácter irónico muestra el comportamiento de dos caballeros de la Edad Media.

Aparecen por cada extremo del escenario dos niños disfrazados de caballeros medievales. Se presentan.

CABALLERO I. – Soy el famoso caballero Don Carolo de Peñuelas y proclamo bien fuerte sin que me duelan las muelas que en mil leguas a la redonda en torno a estas escuelas no existe otro caballero ni en persona ni en pintura que me iguale en valor, gallardía y compostura .

CABALLERO II. – ¡Ja, ja! ¿Compostura decís? ¿Qué virtud tan rara la suya? Valor no lo se pero en cuanto a compostura os digo en vuestra cara que más que caballero parecéis gañán de cabras.

CABALLERO I. – Para, para ¿Quién sois vos que osáis llamarme gañán de cabras? O retiráis lo dicho o presto conmigo seréis en batalla.

CABALLERO II. – Yo soy el temido caballero Don Perico de Lachar. Y ni retiro lo dicho ni rindo mi espada si no es después de medir mis fuerzas contra vos en esta plaza.

CABALLERO I. – Perico el de Lachar decis. Voto a tal y cuan desvergonzado sois. Mas yo os digo que en poco rato he de castigaros mentecato.

CABALLERO II. – Pues no se hable más y empuñemos las espadas.

(Se pelean con las espadas y caen los dos heridos)

CABASLLERO I. - ¡Ah, ay! Muerto soy yo me habéis partido el corazón.

CABALLERO II. – Socorro soy difunto me habéis cortado el cuello y de susto muero.

(Terminada la actuación, retíranse los actores y aparecen nuevamente los cinco presentadores) Me ha salido en verso.

PRESENTADOR III. – En los siglos XI, XII y XIII se produjeron en Europa guerras de carácter fanático religioso, estas guerras fueron “Las Cruzadas”. Consistían en que un Papa o un monje predicaban que era necesario conquistar “La Tierra Santa”, es decir la tierra donde vivió Jesucristo y prometían el perdón de los pecados y la salvación para los que participaran en esas guerras. Hubo ocho grandes cruzadas. Un caso curioso fue “La Cruzada Infantil” que se produjo entre la cuarta y quinta cruzadas. En ella participaron varios miles de niños y niñas que acabaron vendidos como esclavos a los turcos.

PRESENTADOR IV. - En el centro de Europa y durante este tiempo se sucedieron guerras interminables como la “Guerra de los cien años” entre Inglaterra y Francia o la “Guerra de las Dos Rosas” que duró treinta años y fue una guerra civil inglesa de carácter dinástico.

Los hombres no aprendían a defender la vida y a luchar por la paz.

PRESENTADOR V. – Después de la Edad Media aparece en Europa el Renacimiento que tiene este nombre por el renacer de la cultura. Se inicia a mediados del siglo XV y dura hasta finales del XVI. No significa que durante este periodo de tiempo no hubiera guerras , que si que las hubo, sino que la mentalidad de la época cambió por completo. Se valoraba más la vida en si. Se abandona el fanatismo reigioso y surge la idea del libre albedrío. Los bárbaros guerreros del medievo se modernizaron, de tal modo que el modelo de caballero medieval tosco e inculto dejó paso a otro más elegante que incluso como en Garcilaso de la Vega escribía poesías.

PRESENTADOR I. – Durante este tiempo, floreció la cultura en todas sus facetas. Se modifica el mapa del mundo conocido al descubrirse nuevas tierras. Los portugueses bordean Africa y abren rutas comerciales con oriente. España apoyando la idea de Colón sobre la redondez de la tierra se dirige hacia el oeste y descubre América y la conquista en su mayor parte. Se producen importantes descubrimientos técnicos y científicos el uso de las tablas astronómicas el astrolabio y la brújula, se construye un barco más rápido y seguro como es la carabela con el que será posible hacer largos viajes.

PRESENTADOR II. - Lo que os queremos enseñar con esta obra es que la paz solo existe cuando se practican otras virtudes como la comprensión y la tolerancia. La paz no llega sola sino como consecuencia de practicar otros valores.

PRESENTADOR II. – La segunda mitad del siglo XVI en Europa es de claro dominio español. Carlos V es nombrado Emperador pero el Imperio le da más disgustos que satisfaciones. Siguen siendo tiempos en que todo, hasta los problemas religiosos, se pretenden solucionar con la fuerza de las armas. Por lo tanto durante su mandato mantuvo guerras contra Francia, contra los protestantes, contra los turcos y contra el mismo Papa Clemente VII. Al mismo tiempo que esto sucedía en Europa España conquistaba América.

PRESENTADOR III. - Cansado de tantos problemas el Emperador Carlos V de Alemania y primero de España abdicó en su hijo que aunque no heredó el título de Emperador si heredó enormes territorios donde gobernar pues en sus dominios jamás se ponía el sol. Felipe II es el señor de Occidente y como tal sigue peleando contra todos. Los tercios españoles imponen su ley: Siguen derrotando a los franceses en San Quintín, derrota a los turcos en Lepanto, incorpora Portugal con todos sus dominios a su corona,

PRESENTADOR IV. – Es decir que siguen las guerras. Durante unos cuarenta años, ya en el siglo XVII los estados europeos se vieron envueltos en guerras en las cuales Francia arrebató a España la hegemonía militar y cultural sobre Europa. Estas guerras fueron: la de los Treinta Años y la Franco-Española.

Terminan las guerras anteriores firmándose las paces de Westfalia y la de Los Pirineos. No paran ahí las guerras porque en la segunda mitad del siglo surgirán otras nuevas y se independizará Portugal de España.

PRESENTADOR I. – El siglo XVIII se inicia Europa con la Guerra de Sucesión Española que duró 15 años y que implicó a ocho paises. Termina con la firma de la paz de Utrecht. Al mismo tiempo los paises del norte de Europa inician la segunda Guerra del Norte que dura veinte años y en la que intervienen: Suecia, Polonia, Rusia, Dinamarca, y Prusia. A mediados del siglo en el año 1.755 se inicia la Guerra de los Siete años entre Francia e Inglaterra pero se extiende a los demás paises de Europa junto con las colonias terminando en el 1.763.

PRESENTADOR II. – Dos años después, es decir en el 1.765 comienza la guerra de La Independencia de Los Estados Unidos que termina en 1.787. Y otros dos años más tarde estalla la Revolución Francesa que inicia un periodo de guerras por toda Europa con la llegada de Napoleón terminando así el siglo XVIII y comenzando el XIX.

PRESENTADOR III. – El siglo XIX como el anterior continuó siendo un siglo de guerras. En España se produce la guerra de La Independencia contra Napoleón y en el resto de Europa sucede lo mismo hasta que en 1815 es derrotado definitivamente. A continuación se independizan las colonias españolas en América. En 1.877 surge la guerra ruso-turca que consigue la independencia de los paises Balcánicos.

PRESENTADOR I. – Llegamos al siglo XX y para ser más objetivos lo vamos a definir leyendo un fragmento de La exposición de motivos de la ley 27/2.005 dice así: “hemos visto como el siglo XX se ha convertido en uno de los siglos más sangrientos de la Historia. Dos grandes guerras; La Primera y la Segunda Guerra Mundial, la Guerra civil Española, Guerra de Korea, Guerra de Vietnam, la Guerra Fría, Guerra de las Malvinas, Guerra del Líbano, Guerra de Israel, Guerra de Iran e Irak, Guerra de Angola, Genocidio de Ruanda, Genocidio del pueblo Palestino, Guerra del Golfo, Guerra de los Balkanes, Guerra de Irak

“Se trata, en definitiva, de un siglo en el que ha prevalecido de forma notable una cultura de la violencia”

PRESENTADOR I. – Vamos a terminar este acto escuchando la canción Imagine de Jhon Lenon.

(En este momento suben al escenario un niño por curso y cinco profesores, uno por ciclo, mezclados. Se cogen todos de las manos mientras, se escucha la canción una niña va leyendo la letra en español.)

IMAGINE

Imagina que no hay paraiso

Es fácil si lo intentas

Ningún infierno debajo de nosotros

Encima de nosotros solamente el cielo

Imagina a toda la gente

Viviendo su vida en paz

Sin odiarse ni hacerse daño

Amándose de verdad.

Imagina que no hay paises

No es difícil hacerlo,

Nada por lo que matar o morir

Ni religiones tampoco.

Imagina a toda la gente

Viviendo la vida en paz

Sin banderas, ni dioses

A los que haya que adorar

Tu puedes decir que soy un soñador

Pero estoy seguro que no soy el único

Espero que algún día te unas tu también

Y en el mundo entonces se vivirá mejor.

Imagina que no hay posesiones

Tampoco codicia por tener más dinero

No habría necesidades, ni hambre

Imagina si eres capaz a toda la gente

Compartiendolo todo.

Tu puedes decir que soy un soñador

Pero estoy seguro que no soy el único

Espero que algún día te unas a nosotros

Y conseguiremos entre todos un mundo mejor.

ME LO DIJO FULANITA

ME LO DIJO FULANITA

Escrita para ser representada por niños de segundo y tercer ciclo y efectivamente la representaron el curso pasado los niños de tercero del Virgen de las Nieves de Granada.

ESCENOGRAFÍA.

La obra se desarrolla en la calle o plaza de un pueblo por lo tanto debe acondicionarse el escenario para que así lo parezca. Se puede pintar un mural para el fondo en el que se vea un paisaje paisaje de pueblo.

PERSONAJES:

NARRADORA. - Niña que lea bien.

VECINO 1. - Niña vestida de ama de casa que aparecerá barriendo la puerta de su casa.

DESCONOCIDO. Niño disfrazado de hombre de pueblo con una manta sobre la cabeza.

VECINA 2. - Niña vestida también de ama de casa con bata y rulos en el pelo. Aquí seguro que no tendréis problemas.

VECINO 3. Niño disfrazado de albañil. Su mono azul, su casco blanco y va que chuta.

VECINA 4. Niña disfrazada de pescadera. Con botas de goma, bata de pescadera y aspecto dicharachero.

VECINO 5. Niño disfrazado de albañil, con su mono y su casco.

VECINA 6. Niña disfrazada de pastora. Como cuando se disfrazan de pastorcicos en Navidad, lo mismo.

VECINO 7. Niño disfrazado de cazador. No hace falta que le digáis nada más al niño, ya se encarga él de todo.

VECINA 8. Niña disfrazada de viejecita. Como tantas viejecitas que salen en mis teatros.

VECINO 9. Niño disfrazado de periodista.

VECINO 10. Niño disfrazado de alcalde, que yo no se como es ese disfraz pero bueno.

OBJETIVOS PEDAGÓGICOS.

La enseñanza que pretendo trasmitir con este teatro es que no debemos tomarnos al pie de la letra lo que nos dicen. La gente suele exagerar las noticias. Debemos ser comedidos y cautos a la hora de valorar la información que nos llega y sobre todo hay que procurar ser precisos a la hora de trasmitir a los demás esa información. No debemos dejarnos llevar por nuestra fantasía ni hacer elucubraciones.

DURACIÓN APROXIMADA: Diez minutos.

ACTO I

PRESENTADOR. - ¡Buenos días a todos! Los niños y niñas de cuarto hemos ensayado una obra de teatro en la que podemos ver lo que pasa cuando la gente se cuenta las cosas unos a otros. Esto aunque parezca una exageración puede ser verdad. Esperamos que os guste y os pedimos que guardéis silencio.

NARRADORA I. – En una calle cualquiera de un pueblo cualquiera y cualquier día de cualquier año sucedió lo que a continuación os vamos a contar. Estaba una vecina del pueblo barriendo la puerta de su casa cuando de pronto.

Comienza la escena con una niña vestida de ama de casa barriendo la calle. De pronto aparece por el otro extremo del escenario un niño disfrazado de mendigo con la cabeza tapada.

DESCONOCIDO. – (Se acerca a la mujer y le dice algo inintiligible) Me he aao on la manca poque ae muho fio.

(El hombre sale del escenario y cuando se ha ido la mujer empieza a dar voces como si le hubiera dado un ataque de histeria)

MUJER. - ¡Ah, oh, ah! ¡Socorro! ¡Auxilio!

(Acude a las voces la vecina)

VECINA. - ¿Qué te pasa vecina? ¿Por qué das esas voces?

MUJER. - ¡Ay, qué susto tan grande! ¡Qué miedo he pasado! ¡Aaah!

VECINA. – Lo mejor es que te tranquilices y me cuentes lo que te ha pasado.

MUJER. - ¡Ay, que miedo, ay qué susto! ¡Me va a dar algo!

VECINA. – Ya está vecina, cuéntame lo que te ha sucedido.

MUJER. - Pues estaba yo tan tranquila barriendo la puerta de mi casa cuando se me acercó. ¡Ay solo de recordarlo se me pone el pelo de punta! ¡Ay, qué miedo, ay que susto!

VECINA. – Pero ¿Quién se te acercó?

MUJER. – Se me acercó un hombre. No, un oso. No, un monstruo.

VECINA. - ¿En qué quedamos? ¿Quién se te acercó? ¿Un hombre, un oso o un monstruo?

MUJER. - ¡Ay, no se! Con los nervios no se decirte lo que era.

VECINA. - ¿Y que te hizo?

MUJER. – No, no me hizo nada.

VECINA. - ¿Y qué te dijo?

MUJER. – Si algo dijo. No le entendí bien pero decía algo de manca y de río. ¡Qué miedo!

VECINA. – Tranquilízate vecina que ya pasó todo.

MUJER. - ¡Como me voy a tranquilizar si no puedo! ¡Qué susto he pasado! ¡Qué miedo!

VECINA. – Entonces te llevaré al médico para que te mande un tranquilizante. Vamos que yo te acompaño.

NARRADOR II. – La mujer acompañó a su vecina al médico que tenía la consulta allí cerca. La dejó en el consultorio y se volvió a su casa. Por el camino se encontró con un albañil que estaba subido en un andamio haciendo un muro.

VECINA. - ¡Virgen Santa, las cosas que pasan! ¡Virgen Santa las cosas que pasan!

ALBAÑIL. - ¿Qué te pasa Filomena? ¿Por qué dices eso de virgen Santa las cosas que pasan?

VECINA. - ¡Ay Pepe que ya no estamos seguros en este pueblo! Te lo digo yo no estamos seguros.

ALBAÑIL. - ¿Qué es lo que ha pasado?

VECINA. - ¿Qué qué es lo que ha pasado? ¿Que qué es lo que ha pasado? Pues que a Mariquita la ha atacado un bicho.

ALBAÑIL. - ¿Qué Mariquilla dices? ¿La mujer de mi pariente Sebastián?

VECINA. – Pues claro ¿Quién va ha ser? No hay otra.

ALBAÑIL. - ¿Y qué bicho le ha picado una araña, una avispa o una sanguijuela?

VECINA. - ¡Qué araña ni que araña ha sido un bicho muy grande y la he tenido que llevar al médico a la pobrecita que no se podía tener en pie.

ALBAÑIL. – ¿Pero qué bicho es ese que la ha atacado?

VECINA. – Yo que se. La pobrecita estaba tan nerviosa que no supo decirme si era como un oso, un hombre o un hombre monstruoso. Me voy corriendo a meterme en mi casa y cierro la puerta con siete llaves no vayan a venir los monstruos esos y me coman a mí también.

(Sale corriendo del escenario)

(El albañil se queda pensativo, se quita el gorro, se rasca la cabeza y dice)

ALBAÑIL. - ¡Pobrecilla Mariquilla, con lo buena que era! ¿Qué le habrán hecho esos monstruos ? Le deben haber comido las piernas porque dice que no se podía tener en pie. Y qué bichos o monstruos serán y ¿de dónde habrán venido? (Permanece en silencio durante 5 segundos, luego se pone otra vez la gorra y dice) Caramba, caramba, caramba, caramba.

NARRADOR I. – El albañil se quedó un rato allí parado pensando en lo que le había contado la vecina que le había sucedido a Mariquilla la mujer de su pariente Sebastián, tampoco acertaba a adivinar que monstruo o bicho podía ser ese capaz de comerle las piernas a Mariquilla y le empezó a dar miedo porque podía venir y comérselo a el. En estos pensamientos estaba cuando pasó por allí Nicolás que iba al campo con su burro.

ALBAÑIL. - ¡Caramba, caramba! ¡Caramba, caramba!

NICOLÁS. – ¿Se puede saber qué es lo que haces ahí parado, sin trabajar y diciendo caramba, caramba?

ALBAÑIL. – Pues mira, lo he estado pensando bien, dejo de trabajar y me voy a mi casa.

NICOLÁS. – Pero ¿Por qué?

ALBAÑIL. – Porque estamos en peligro de muerte que andan por ahí, sueltos, unos monstruos que se comen a la gente y a Mariquilla le ha comido las dos piernas y a su vecina porque salió corriendo y se encerró en su casa con siete llaves que si no se la comen a ella también.

NICOLÁS. - ¡Pero qué dices!

ALBAÑIL. – Lo que oyes y yo que tu me iría también no te vaya a comer a ti y a tu burro. Yo me voy y me subo en lo alto de la torre de la iglesia.

(Se va el albañil sale corriendo y se queda en el escenario Nicolás con su burro)

NARRADOR II. - Se marchó el albañil y se quedó Nicolás muy preocupado porque pensaba que iban a venir los monstruos y lo comerían a él y a su burro.

NICOLÁS. - ¡Qué pena, que pena! Me voy a quedar sin burro, con lo bueno que es, que pena tengo. Porque yo me puedo salvar subiéndome a la torre de la iglesia pero mi pobre burro no puede subir.

NARRADOR I. - Todo esto lo estaba escuchando Carmela, la pescadera del pueblo que al ver a Nicolás hablando solo en la calle se escondió detrás de un árbol para escuchar lo que decía.

CARMELA. - Lo he escuchado todo, todo y todo. ¡Qué alegría tengo, soy la primera en saberlo! Van a venir unos monstruos y la gente, para salvarse se tiene que subir en la torre de la iglesia y a los burros se los comerán todos porque no pueden subirse a la torre. ¡Qué desastre!, ¿qué monstruos serán esos? ¡Vecinos, vecinos, salid todos de vuestras casas que vienen los monstruos! Vamos a subirnos en la torre de la iglesia.

NARRADORA II. - Ante las voces que daba la pescadera acudieron todos los vecinos para ver lo que pasaba.

VECINO I. - ¿Qué te pasa Carmela? ¿Por qué das esas voces, parece que te has vuelto loca?

CARMELA. - Pero bueno, sera posible que no os hayáis enterado. ¿No sabéis lo que va a pasar? ¿Es que no os habéis enterado todavía?

VECINA II. - No. ¿Qué es lo que va a pasar?

CARMELA. - ¡Mira esta! ¡Tan tranquilita! Pues que sepas que dentro de un rato van a venir una pila de monstruos, dinosaurios y tiranosaurios y os comerán a todos.

VECINO III. - Pero ¿quién te lo ha dicho a ti, yo ayer vi la televisión y el hombre del tiempo no dijo nada de eso?

CARMELA. - Mira este con lo que sale. El hombre del tiempo de la tele no acierta nunca. No sabe ni cuando va a llover y menos sabrá si van a venir tiranosaurios de esos.

NARRADORA II. – Entonces el maestro del pueblo que era un hombre muy culto e instruido habló a todos los vecinos.

MAESTRO. - ¡Un momento! Escucharme todos por favor, vamos a analizar los hechos. Digo yo que hoy no existen los dinosaurios y que por lo tanto si es verdad que van a venir a este pueblo deben ser de mentira lo más seguro es que vayan a hacer una película, que puede ser, digo yo la de Jurasic Park V

VECINO I. – Qué bien habla el maestro, yo le doy toda la razón.

VECINO II. – Es verdad, sois unos tontos y unos miedicas, los monstruos esos son de mentira, seguro que es lo que dice el maestro.

VECINO III. - ¿Por qué no habla con el director de la película para que nos contrate a todos yo puedo hacer de ayudante del guardián de los dinosaurios.

CARMELA. – Pues yo quiero ser la novia del actor ese guapo que sale en la película.

NICOLÁS. – Pues yo quiero ser el que mata a los dinosaurios que tengo una escopeta y he matado muchos conejos y perdices.

MAESTRO. - ¡Un momento! Os estáis haciendo ilusiones infundadas. Yo no conozco al director de la película por lo tanto no os puedo asegurar que os contraten.

CARMELA. – Entonces ¿Qué hacemos?

MAESTRO. - Creo que lo que debemos hacer es avisar a los municipales y al señor alcalde para que vayan tomando las medidas necesarias para poder rodar la película.

CARMELA. – Es verdad, como no se me ha ocurrido antes, voy corriendo a avisarlos.

NARRADORA I. – Carmela salió corriendo a avisar al señor alcalde para que fuera preparando todo para la película y al poco rato volvió con el alcalde y los municipales.

ALCALDE. - ¡Vamos a ver! ¿Que me acaban de decir que van a rodar en nuestro pueblo una película de dinosaurios?

MAESTRO. – Eso parece señor alcalde, según todos los rumores se han visto monstruos por el pueblo.

ALCALDE. – ¿Pero los monstruos esos son de verdad o de mentira?

MAESTRO. – Yo no los he visto pero creo que son de mentira porque todavía no se han comido a nadie, creo que hay una mujer herida.

ALCALDE. – Llamad al médico para que nos cuente que le han hecho los monstruos a esa mujer.

NARRADORA II. – Los municipales fueron a por el médico para que dijera lo que le había pasado a la mujer.

MÉDICO. – ¿Me ha mandado llamar señor alcalde?

ALCALDE. – Si quiero que me cuentes qué le hizo el monstruo a la mujer que ha curado usted esta mañana.

MÉDICO. – En realidad señor alcalde a la mujer no le han hecho nada, solo le han dado un susto.

ALBAÑIL. – ¿Pero no le habían comido las piernas?

MÉDICO. – No, a la mujer no le han comido nada solo estaba un poco asustada por el susto.

MAESTRO. – Esto confirma mis sospechas señor alcalde los monstruos esos no son de verdad, deben ser preparados para la película.

ALCALDE. – Pues si va a tener razón señor maestro.

MUNICIPAL I. - ¿Quiere que hagamos algo señor alcalde?

ALCALDE. – Si, tú te subes en esa torre y nos avisas cuando veas venir a los monstruos.

NARRADOR I. – El municipal se subió a lo alto de la torre para ver si venían los monstruos.

ALCALDE. - ¿Viene alguien?

MUNICIPAL I. – Si veo a una mujer que viene corriendo como si tuviera miedo.

ALCALDE. – Eso será porque se ha encontrado con los monstruos.

MUNICIPAL I. – Ya está muy cerca ahí viene.

MUJER I. – Socorro que me come, socorro, auxilio. ¡Qué susto madre mía!

MUNICIPAL II. - ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué vienes tan asustada?

MUJER I. – Pues porque he visto a un hombre lobo.

MUNICIPAL II. – Querrás decir un tiranosaurus rex.

MUJER II. – Yo no se lo que era pero me he llevado un susto de muerte y me he venido corriendo.

ALCALDE. – ¿Pero te hizo algo?

MUJER II. – No me hizo nada, se me acercó y me dijo algo y yo me asusté y salí corriendo.

ALCALDE. – Está claro que es lo que pensamos, tranquilízate María, ese hombre lobo no te hizo nada porque parece que es de mentira.

MAESTRO. – Es lo que yo le decía antes y yo he deducido que deben ser los preparativos para grabar alguna película.

ALCALDE. – Si parece que tienes razón maestro, es lo más probable, entonces debo dar las órdenes para que preparen el pueblo de la mejor forma para que salga muy bonito en la película.

MUNICIPAL I. – Parece que viene una persona.

ALCALDE. - ¿Quién es?

MUNICIPAL I. – No la conozco porque viene tapado con una manta.

MUJER II. – Ese es el hombre lobo que me quería comer. Seguro. Yo me voy de aquí corriendo.

ALCALDE. – No te vayas mujer que es un actor de cine, ya lo verás como no te come ni nada.

MUNICIPAL I. – Ahí viene ya.

HOMBRE TAPADO. – ¡Buenos días señor alcalde! ¿Qué hacéis aquí todos reunidos?

ALCALDE. – Mujer, ¿Es este el hombre lobo que quiso atacarte hace un rato?

MUJER. – Si ese es.

ALCALDE. – Te ordeno que te destapes ahora mismo…¡Pero si eres Juanillo el pastor de ovejas!

JUANILLO. – Pues claro que soy Juanillo.

ALCALDE. – y ¿Por qué vienes así tapado con la manta?

JUANILLO. – Pues porque tenía mucho frío.

ALCALDE. - ¿Y de donde vienes?

JUANILLO. – Del campo de guardar mis ovejas. ¿De donde voy a venir?

ALCALDE. – Aquí tenemos un caso de una equivocación todo el pueblo pensaba que andaban por aquí monstruos que iban a comerse a las personas, otros decían que eran dinosaurios y ha resultado que es Juanillo el pastor.

FIN