LOS CERDITOS Y EL LOBITO



Aquí tampoco me lo compliqué mucho a la hora de preparar el escenario. Un gran mural, con dos tiras pegadas de papel continuo blanco, del que disponemos en todos los colegios. Y bueno pues, un bosque de bellotas, eso sí, con el camino por donde vinieron los cerditos.

Caso único. Es esta la única obra que aparece en este blog que todavía no he representado, por lo tanto no puedo aseguraros nada sobre su resultado. He pretendido, eso si, educar en el "amor al trabajo" y todo eso.
Me corrijo, ya si la he representado, ha sido en mi colegio actual, el C.I.P. VIRGEN DE LAS NIEVES de Granada. Fue el año pasado con los niños de segundo.
COMPETENCIA. AUTONOMÍA E INICIATIVA PERSONAL
Que los niños sepan que en la vida real hay un tiempo para el trabajo y otro para el descanso y que valoren el trabajo y el esfuerzo en su justa medida.
Respecto a la educación en valores; se fomentan el valor de la amistad y la colaboración.
Al igual que en el cuento se trata de poner de manifiesto que lo más cómodo no suele ser lo mejor. Debemos esforzarnos, en memorizar los diálogos, en representarlos bien...

VOCABULARIO:
Trabajador, bellotas, siesta, granja, encinas, paraguas, protegernos, cansados, aburridos, asustados.

DIFICULTAD; Escasa, pensada para niños del primer ciclo.

ESCENARIO
Podemos pintar con los niños un gran mural en papel continuo en el que aparezca un claro de bosque. Todo muy natural con muchas plantas y flores.

PERSONAJES;
NARRADORA.- Niña “colleja y dispuesta” que se exprese bien.
PRIMER CERDITO: "VAGUITO".- Niño cualquiera que no se corte.
SEGUNDO CERDITO: "TRANQUILÓN".- Niño gordito con aires de tranquilo.
TERCER CERDITO: “MANCHITAS”. Niño activo y espabilado.
CUARTO CERDITO. - "MIEDOSO". Niño o niña que aparente tener miedo.
GRANJERO. - Niño o niña con disfraz de granjero.
LOBO.- Niño alto que tenga la voz más ronca.
ÁRBOL. - Niño o niña, que todo puede ser.
ROCA. - Niño o niña, qué más da.
CHARCA. - Niño o niña con disfraz de charca.




"LOS CERDITOS Y EL LOBITO"

NARRADORA.- Érase una vez un grupo de siete cerditos que vivían en una granja en un lugar escondido,
GRANJERO. – Un momento ¿Has dicho siete cerditos?
NARRADORA. – Perdón he querido decir nueve cerditos.
GRANJERO. – No tampoco.
NARRADORA. – Tienes razón, ya se creo que eran seis los cerditos que…
GRANJERO. – Para mí que seis tampoco eran.
NARRADORA. – Estoy harta eran tres los cerditos pero para mí es lo mismo que si fueran ocho.
GRANJERO. – Pues será igual pero no es lo mismo, que se presenten los cerditos.
(Aparecen los cerditos)
PRIMER CERDITO.- Yo me llamo Vaguito, vivo en esta granja. Soy el mayor de los tres y el más gordito.
SEGUNDO CERDITO. – Yo me llamo Tranquilón soy amigo de Vaguito, me tomo las cosas con calma y soy bastante bonachón.
TERCER CERDITO.- Pues yo me llamo Manchitas porque aunque soy blanco tengo tres manchas negras en mi cabecita. Soy muy trabajador y me gusta hacer las cosas bien, soy perfeccionista.
CUARTO CERDITO. - A mi me llaman Miedoso y tengo miedo de que me vaya a comer un oso.
NARRADORA.- Aquel día se habían levantado un poco aburridos como de costumbre y pensaron jugar los tres a algo para estar entretenidos.
VAGUITO.- ¡Qué aburrimiento! ¿A qué jugamos hoy? Porque si no jugamos me quedo dormido en un momento.
TRANQUILÓN.- Eso, eso vamos a hacer una apuesta. Podemos jugar a ver quien es el que se duerme primero la siesta.
MIEDOSO. - Bueno yo acepto pero uno vigilará, abriendo bien los ojos, no vaya a venir el oso.
MANCHITAS.- Pues vaya juego más tonto. A mí no me gusta. Jugar a dormir, es de bobos. Además yo no tengo sueño, prefiero jugar a los bolos.
VAGUITO.- Pues yo digo que podíamos jugar a ver quien está más tiempo sentado y sin moverse.
MIEDOSO. - Sin moverse y sin cerrar los ojos hasta que venga el oso.
MANCHITAS.- Otro juego aburrido, ¿Es que no sabéis jugar a otra cosa más divertida? Solo de pensarlo me duele la barriga.
TRANQUILÓN.- Lo que pasa es que a ti nunca te gustan nuestros juegos. A ver ¿a qué te gustaría jugar a ti?
MANCHITAS.- Pues a mí me gustaría jugar a exploradores. Lo que pasa es que la granja ya la hemos explorado y todos los alrededores.
VAGUITO.- A mí también me gustaría jugar a exploradores, ¡Ah! Ya sé, podemos escaparnos de la granja y explorar el bosque.
MIEDOSO. - Vuestra idea no me gusta porque salir de la granja a mí me asusta.
TRANQUILÓN.- Has tenido una idea que me da risa, porqué no la dejamos para mañana, creo que no tenemos prisa.
MANCHITAS.- De eso nada. Nos vamos a explorar ahora mismo, no sea que mañana haya un cataclismo.
VAGUITO.- Bueno pues vámonos ahora mismo aprovechando que el granjero se ha dejado la llave de la puerta en el suelo.
NARRADORA.- Y tal como lo pensaron lo hicieron. Salieron de la granja despacito, sin hacer mucho ruido para no llamar la atención, y se dirigieron a explorar el bosque cercano con gran excitación.
(Los cerditos dan una vuelta por el escenario andando sigilosamente para no hacer ruido. Luego se quedan mirando el decorado del bosque)
TRANQUILÓN.- Por fin ya hemos salido de la granja. Creí que no lo íbamos a conseguir.
VAGUITO.- ¡Anda! Ya hemos llegado al bosque. ¡Cuantos árboles hay y qué altos son!
TRANQUILÓN.- Mira, aquí hay un río donde podemos bañarnos cuando tengamos calor.
RÍO. - De eso nada monada, que no quiero que me ensuciéis mis puras y cristalinas aguas.
VAGUITO. - Bueno pues nos bañamos en esta charquita que también está cerquita.
CHARCA. - ¡Alto ahí! ¿A dónde vais?

MANCHITAS.- Y allí hay una cueva ¿Queréis que entremos a ver lo que hay dentro?
VAGUITO.- No que a lo mejor es la casa de algún oso, o de los lobos. No me gustan las cuevas.
MANCHITAS.- Hemos tenido suerte. Mirad, estos árboles son encinas y las encinas dan bellotas, y como estamos en otoño nos vamos a poner las botas.
TRANQUILÓN.- Vamos a comer unas cuantas y después nos volvemos a la granja.
VAGUITO.- Pues yo digo que ya hemos andado bastante y que nos bañemos en ese estanque.
MANCHITAS.- ¡Qué dices! ¡Pero si acabamos de llegar! No hemos visto del bosque ni la mitad.
TRANQUILÓN.- Yo lo que voy a hacer es tumbarme debajo de un árbol y dormir la siesta.
VAGUITO.- Has tenido buena idea. Vamos a dormir la siesta todos y cuando nos despertemos nos vamos a la granja.
NARRADORA.- Y así lo hicieron. Se acostaron a la sombra del árbol y se durmieron.
(Los cerditos se acuestan y empiezan a roncar. Al poco rato se escucha el aullido de un lobo)
NARRADORA.- Los tres cerditos se quedaron dormidos mucho tiempo porque estaban muy cansados y cuando se despertaron ya era demasiado tarde para volver a la granja.
(Se despierta Manchitas)
MANCHITAS.- ¡Qué tarde es! Creo que hemos dormido demasiado. ¡Despertad, despertad!
(Se despierta Vaguito)
VAGUITO.- ¿Qué pasa? ¿Dónde estamos?
MANCHITAS.- Pues pasa que nos hemos quedado dormidos mucho tiempo y ahora se nos ha hecho tarde para volver a casa.
VAGUITO.- Vamos a despertar a Tranquilón. ¡Tranquilón, Tranquilón! despierta que tenemos que volver a la granja, no te hagas el remolón!
TRANQUILÓN. Dejadme dormir otro poco que tengo mucho sueño y no me quiero levantar ahora que no me ve mi dueño.
(Se da media vuelta para el otro lado)
MANCHITAS. Te tienes que levantar, que se nos ha hecho tarde y ya no podemos regresar.
(Se despierta)
TRANQUILÓN.- Pues si no nos podemos ir nos quedamos aquí, que se está muy a gustito.
MANCHITAS.- Sí, pero en caso de que nos quedemos tenemos que construir una casa para meternos.
VAGUITO.- ¿Y por qué?
MANCHITAS.- Porque puede llover.
TRANQUILÓN.- ¿Cómo va a llover si no tenemos paraguas?
MANCHITAS. - Pues entonces debemos hacer una casa para protegernos del lobo.
VAGUITO. - ¿De qué lobo?
MANCHITAS. - Del lobo malo que nos quiere comer.
VAGUITO.- ¡Qué rollo. Yo no quiero trabajar! Yo he venido aquí de excursión no a construir casas.
MANCHITAS.- Bueno, pues tú no la hagas. Te vas a enterar cuando llegue la noche.
VAGUITO.- ¿Por qué?
MANCHITAS.- Pues porque de noche hace mucho frío. Y si te da frío no querrás meterte en el río.
TRANQUILÓN.- Eso es verdad. Yo ya tengo un poquito de frío, creo que me haré una casa chiquitita.
VAGUITO.- Si no hay más remedio yo me la voy a hacer de paja y de hierba y así acabo antes.
TRANQUILÓN.-Yo la haré de palos y ramas secas, que hay muchas por aquí.
MANCHITAS.- Pues yo la voy a hacer de piedras y ladrillos como las hacen los albañiles de verdad.
NARRADORA.- Y todos se pusieron a trabajar para construir su casita antes de que llegara la noche.
(Los cerditos se mueven por el escenario como si trabajaran. Después va trayendo cada uno su casa que previamente le teníamos preparada)
VAGUITO.- (Trae su casa de hierba) Ya he terminado. Me ha quedado muy bonita.
TRANQUILÓN.- Es verdad es muy bonita. Pero al ser de hierba a lo mejor se te cae.
VAGUITO.- Y ¿Por qué?
TRANQUILÓN.- Pues porque viene el viento y te la lleva. Yo me la estoy haciendo de palos y ramas. Mira ya la he terminado.
(Va a buscar su casa y la pone al lado de la otra)
TRANQUILÓN.- Mira ya está. ¿Te gusta?
VAGUITO.- Si, también es muy bonita. Y tú Manchitas, ¿has terminado ya de construir tu casa?
MANCHITAS.- Todavía no.
VAGUITO.- Y ¿por qué?
MANCHITAS.- Porque la estoy haciendo con piedras y me cuesta mucho trabajo.
TRANQUILÓN.- ¡Que tonto eres! ¡Vas a acabar reventado de tanto trabajar!
MANCHITAS.- No me importa. Trabajar es bueno y además mi casa será la más resistente.
VAGUITO.- Se está tomando demasiado trabajo para una sola noche que estaremos aquí.
(Manchitas viene ya con su casa arrastrando)
MANCHITAS.- Ya he terminado mi casa. ¿Os gusta? Creo que me ha salido muy bonita.
VAGUITO Y TRANQUILÓN.- Sí es muy bonita, pero te ha costado mucho trabajo.
MANCHITAS.- Eso es porque la he hecho con ladrillos, piedras y cemento, como los albañiles de verdad.
VAGUITO Y TRANQUILÓN.- ¿Y eso para qué sirve?
MANCHITAS.- Pues para que no te la lleve el viento o te la tire cualquier bicho que pase por aquí.
TRANQUILÓN.- Bueno. Vámonos a la cama que ya es de noche y estamos muy cansados de tanto trabajar.
NARRADORA.- Era verdad. Los cerdito después del día tan agitado que habían tenido estaban muy cansados y necesitaban descansar, por eso decidieron irse a la cama. Pero cuando llevaban un ratito acostados y aún no se habían quedado dormidos.
LOBO.- ¡Auuu, auu, auu! (Aparece el lobo por una esquina del escenario y se queda allí parado)
VAGUITO.- (Escondido detrás de su casita) - ¿Habéis oído eso? Parece el aullido de un lobo.
TRANQUILÓN.- ¿Un lobo? ¡Qué miedo! Yo me quiero ir a la granja con mi mamá.
VAGUITO.- A mí también me da miedo del lobo. Manchitas ¿qué hacemos?
MANCHITAS.- No podemos hacer nada. Debemos quedarnos dentro de nuestras casitas.
LOBO. - ¡Auuu, auu, auu! Me huele a carne fresca creo que es carne de cerditos.
VAGUITO.- Nos ha descubierto y nos viene a comer, me estoy muriendo de miedo.
LOBO.- (Acercándose a las casitas y examinándolas una por una) Sí, está claro que son cerditos. Y se han escondido cada uno en su casita. Me los voy a comer a los tres.
TRANQUILÓN.- ¡Qué miedo! Dice que nos va a comer a todos. ¿Qué hacemos Manchitas?
MANCHITAS.- No te muevas de la casa que a lo mejor el lobo no puede tirarla abajo.
LOBO. - Pues mira, me habéis dado una idea. Empezaré por tirar las casas, y la primera que voy a tirar es ésta que está hecha con pajitas. Ésta la tiraré de un soplido.
NARRADORA.-Y dicho esto, el lobo empezó a soplar y soplar y, claro, la casita de pajas se vino abajo. Menos mal que el cerdito Vaguito salió corriendo y se refugió en la casita de su hermano Tranquilón.
(Se realiza la acción tal como ha explicado la narradora. El cerdito y el lobo corren por el escenario dando voces hasta que se refugia en la otra casita)
VAGUITO.- ¡Socorro que me come el lobo! ¡Ábreme la puerta hermano, que me come, que me come este bicho malo!
LOBO.- No corras que es peor. Si de todas formas vas a acabar en mi barriga.
TRANQUILÓN.- Entra, entra. Aquí estarás salvado. El lobo no podrá tirar mi casa.
LOBO.- ¡Con que no podré tirar tu casa, eh! Pues os voy a demostrar que sí puedo y os voy a comer a los dos.
NARRADORA.- Como el lobo era tan fuerte comenzó a darle patadas hasta que las ramas y palos cedieron y la casa se vino abajo. Los dos cerditos corrieron a refugiarse a casa de su hermano Manchitas.
(Se vuelve a repetir la anterior escena, los ceditos corren y el lobo detrás todos van gritando)
CERDITOS.- ¡Socorro. Socorro! ¡Manchitas abre la puerta que nos pilla el lobo!
LOBO.- Os voy a comer a los dos. ¡Qué gorditos están y qué ricos y sabrosos con patatas fritas!
NARRADORA.- Los cerditos consiguieron llegar a la casa de su hermano y allí se protegieron del lobo.
LOBO.- Os habéis escondido todos aquí. No importa os comeré a todos juntos. Os voy a freír a los tres en la sartén, me gustan los cerdos fritos. Lo primero que voy a hacer es tirar esta casa lo mismo que tiré las otras.
MANCHITAS.- No podrás tirar esta casa tan fácilmente como las otras.
LOBO.- Ahora lo vas a ver, de una patada la tiro abajo. ¡Toma! (Le da una patada a la casa pero se hace daño en el pie) ¡Ay, ay, ay! ¿De qué está hecha esta casa que me he hecho el pie pedazos?.
MANCHITAS.- La casa está fabricada con piedras y ladrillos. Puedes darle todas las patadas que quieras que no la podrás tirar.
NARRADORA.- El lobo probó a tirar la casa de todas las maneras, pero le fue imposible.
LOBO.- Le daré un puñetazo. (Se lo da) ¡Ay, mi mano!
MANCHITAS.- No seas burro. Vas a acabar hecho pedazos y no vas a conseguir nada.
LOBO.- Pues entonces me sentaré aquí y esperaré a que salgáis para comeros. Voy encendiendo el fuego y preparando la sartén.
MANCHITAS.- Pues vas a tener que esperar dos meses porque tenemos cinco sacos de bellotas en el almacén.
LOBO.- Entonces voy a tomar una decisión filosófica.
TRES CERDITOS. - ¿Qué decisión es esa?
LOBO. – Pues que me voy a hacer vegetariano.
TRES CERDITOS. – Y ¿ya no nos comerás?
LOBO. – Pues no pero me tenéis que invitar a comer bellotas.
TRES CERDITOS. – Trato hecho, te invitamos a comer y nos hacemos amigos.
(Salen los cerditos de la casa y saludan al lobo)
NARRADORA.- Y así fue como los cerditos se hicieron amigos del lobo y este teatro no acaba como pensabais que iba a terminar sino cerditos y lobo hicieron las paces y nunca más se oyó decir que ningún lobo se comiera a ningún cerdito. De todas las formas tampoco os podéis fiar mucho y seguid el consejo de los cerditos.

LOS TRES CERDITOS.- Hay que ser trabajadores
y hacer las cosas muy bien,
no sea que venga el lobo
y nos meta en la sartén.




FIN