COMPETENCIAS. Conseguir que los niños se distraigan, se “mueran” de risa y se les quite el estrés colegial. ¿Educación en valores? ¿Acaso hacer reír no es un valor?
VOCABULARIO. Acné, atenazar, colitis, consulta, fonendo, hipar, hipar, mu, tonel, trasplante, viruela.
DIFICULTAD. Escasa, escrita para niños de segundo y tercer ciclo.
DURACIÓN. Veinte minutos.
ESCENARIO
El mismo o parecido al escenario de las otras obras de médicos. Mesa para el doctor, letrero de cartulina “Doctor Manzano”, una silla para que se vayan sentando los pacientes. Un lateral del escenario se puede ambientar como de sala de espera colocando otras sillas o un banco corrido para que se sienten los enfermos. Lo que propuse para las otras. El que pueda que lo mejore.
PERSONAJES:
Dr. MANZANO.- Niño vestido de médico con bata blanca y fonendo. Bigotes, gafas, etc… opcional.
ENFERMERA.- Niña vestida de enfermera con bata y toca en la cabeza.
Dr. VICENTE.- Niño disfrazado de carnicero con bata blanca llena de manchas rojas. Este personaje tiene que dar miedo, cuanto más terrorífico mejor. Tampoco os paséis.
PACIENTE 1º. D. CELESTINO.- Niño vestido de paciente con la barriga abultada. Tiene que parecer que le duele el intestino.
PACIENTE 2º. Dª MANUELA.- Niña vestida normal, con traje de calle pero con la cara maquillada con manchas rojas como si tuviera viruela.
PACIENTE 3º. Dª CARLOTA.- Niña vestida normal, con un bastón o preferiblemente con una muleta ya que tiene una pierna rota.
PACIENTE 4º. FARRUCO.- Niño vestido de labrador, cortijero o de paleto. Pantalones de pana o mono, camisa de cuadros, sombrero de paja. Maquillado con barba negra espesa y cejas corridas. Es una idea.
PACIENTE 5º. – Dª PANCRACIA. – Niña disfrazada de viejecita, con vestido largo negro, delantal y pañuelo en la cabeza.
PACIENTE 6º. – D. AGAPITO. Niño libremente vestido, tal cual , vamos como él o su mamá quieran.
OTROS PACIENTES.- Niños y niñas vestidos con pijamas, maquillados como si estuvieran enfermos de verdad.
"OTRO DOCTOR MANZANO QUE CORTA POR LO SANO"
Se levanta el telón y aparece el escenario dispuesto tal y como hemos dicho. El médico sentado en el centro, la enfermera al lado de pie y en el lateral del escenario un número alto de pacientes que puede ser ocho o diez, según las posibilidades.
PRESENTADOR I, - Buenos días a todos, los alumnos de “quinto curso” hemos preparado una obra de teatro titulada “Otro doctor Manzano”
PRESENTADOR II. – El tema va de médicos y lleva un poquito de crítica a la Seguridad Social.
PRESENTADOR I. – Pero bueno tampoco os la debéis tomar muy en serio.
PRESENTADOR II. – Lo que pretendemos es que os guste y que lo paséis bien y os rogamos que guardéis silencio.
NARRADOR. - Esta es la historia un poco exagerada de lo que pasa o puede pasar en un consultorio de la Inseguridad Social.
Dr. MANZANO.- Buenas tardes. Soy el Doctor Manzano, colegiado Autónomo 45 del Excelentísimo Colegio de médicos de la Inseguridad Social y me llaman el matasanos porque corto por lo sano.
ENFERMERA.- Yo soy la enfermera Carmela y ayudo al doctor a sacar muelas.
ENFERMERA AUXILIAR. - Pues yo soy la enfermera auxiliar y no hago nada de particular.
Dr. VICENTE.- Y yo soy el doctor Vicente y sirvo para espantar a la gente.
ENFERMERA II. - Me llamo Señorita Estefanía y soy la encargada de llamar a los enfermos por megafonía.
D. MANZANO.- Bueno, dejémonos de presentaciones y empecemos a trabajar en serio. Enfermera auxiliar ¿qué número de pacientes hay en la sala de espera?
ENFERMERA.- Ahora mismo se lo digo doctor. (Hace como que mira y cuenta) Ahora mismo hay en la sala de espera 545 pacientes doctor.
D. MANZANO. - ¿Y sabe usted quién es el primero?
PACIENTE 1. - (Hombre) El primero soy yo que llevo esperando aquí desde las seis de la mañana.
PACIENTE 2. - (Señora) De eso nada usted llegaría primero pero yo cogí número antes que usted.
PACIENTES 3 y 4. - Los primeros somos nosotros
PACIENTE 5. - ¡Qué cara tienen algunos llegan los últimos y se ponen los primeros.
PACIENTE 6.- A esto no hay derecho. ¿Para esto pagamos a la Inseguridad Social?
PACIENTE 7. ¡Esto es una república y una tangana, ya nadie respeta nada!
ENFERMERA I. - Orden, por favor. No se impacienten que el doctor les atenderá a todos.
NARRADOR. - Ante tantísimos pacientes el doctor Manzano no se asustó ni se puso nervioso, ante tales casos tenía él una carta guardada en la manga.
Dr. MANZANO.- Estos son los mismos que ayer. ¡Viva la Pepa! Aquí viene la gente más que al "Carrefur". Pero esto lo arreglo yo sin decir ni mu. Enfermera, necesitamos la ayuda del doctor Vicente llámelo por megafonía por favor.
ESTEFANÍA.- Doctor Vicente, doctor Vicente, acuda a consulta por favor. Es urgente, acuda a consulta el doctor Vicente. Repito es urgente, es un aviso para el doctor Vicente.
(Llega el Dr. Vicente, vestido con una bata con manchas rojas como si fueran de sangre, entra corriendo haciendo muchos aspavientos)
Dr. VICENTE.- (Con voz fuerte y salvaje) Aquí estoy doctor jefe. ¿Qué quiere que haga con tanta gente?
Dr. MANZANO.- ¡Qué voy a querer! Coja el hacha y dígales “amablemente” (con retintín), que vayan pasando.
(Sale el Dr. Vicente con el hacha y con gesto amenazante)
Dr. VICENTE.- Vamos a ver ¿Quién quiere entrar el primero? ¿Quieren pasar? (Los pacientes empiezan a levantarse y a irse asustados) (Ahora se dirige a un paciente en particular)
Usted, usted, ¿Quiere pasar el primero?
PACIENTE.- No, si yo no estoy malo, es que pasaba por aquí de paseo. Ya me voy.
Dr. VICENTE.- ¡Ah! Bueno. (Dirigiéndose a otra paciente) Y a usted ¿Qué le pasa? ¿Quiere que le corte algo?
OTRA PACIENTE.- No yo estoy más sana que una manzana. Había venido a marujear.
Dr. VICENTE. - Ah, bueno. Entonces ¿ya se iba usted?
PACIENTE. - Si claro me iba y me voy, si a mí no me duele nada.
Dr. VICENTE. - Si es por eso yo hago que le duela lo que usted quiera en un momento.
PACIENTE. - No que me voy a mi casa que me he dejado las lentejas puestas en el fuego y se me van a quemar.
(La mayoría de los pacientes se levantan y se van asustados)
NARRADOR. - Como han visto ustedes el consultorio casi se quedó vacío, ante el doctor Vicente se le quitaron todas las enfermedades.
Dr. VICENTE.- No se vayan que acabamos pronto. Sólo tengo que dar así con el hacha y ya está. (Hace gestos como que le da a alguno) Lo curo de momento. (Se van todos menos seis)
Dr. MANZANO.- ¿Cuántos se han quedado?
Dr. VICENTE.- Sólo seis doctor jefe.
Dr. MANZANO.- Eso está mejor. Muchas gracias doctor Vicente, usted puede retirarse. Enfermera haga pasar al primero.
ESTEFANÍA.- Que pase el primer paciente, D. Celestino al que le duele el intestino.
PACIENTE I.- (Entra el primer paciente con las manos en la barriga haciendo gestos de que le duele el vientre)
¡Buenos días doctor! (Con voz quejosa)
Dr. MANZANO.- Hola buenos días. Siéntese y dígame lo que le pasa.
PACIENTE I.- Que me duele la barriga.
Dr. MANZANO.- Muy bien. ¿Qué cenó usted anoche?
PACIENTE I.- Pues cené un plato de sopa y una tortilla de patatas.
Dr. MANZANO.- Ya está. Ya se lo que le pasa, no hay peor cosa que tomar sopa con tortilla de patatas para cenar.
PACIENTE I. - ¿Y me va a curar doctor?
Dr. MANZANO. - Si claro y para curarlo tengo que cortarle las dos orejas. ¡Enfermera! Traiga el cuchillo de cortar la carne.
PACIENTE I.- Pero doctor yo he venido aquí porque me duele la barriga, las orejas las tengo bien.
Dr. MANZANO.- Eso es lo se cree usted, pero no, el mal le viene de las orejas. Sepa usted que la sopa que usted cenó junto con la tortilla se le ha subido por el tragadero alto y le está atenazando las orejas aunque el dolor se le refleje en la barriga, lo que quiere decir que hay que cortarlas para salvarle la vida.
PACIENTE I.- Pero doctor, ¡eso no puede ser!
Dr. MANZANO.- ¡Cómo que no puede ser! ¿Quién es aquí el médico? ¿Usted o yo?
PACIENTE I.- Usted, usted.
Dr. MANZANO.- Pues entonces a callar. Enfermera agárremelo fuerte que le voy a cortar las orejas.
(La enfermera coge al paciente)
PACIENTE I.- Un momento.
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa ahora?
PACIENTE I.- Que ya no me duele el intestino. Estoy curado. Gracias doctor. Déjame enfermera que me voy a mi casa.
Dr. MANZANO.- Lo he curado sin cortarle nada. Lo mío son manos de santo. Bueno enfermera, que pase el siguiente paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin, tin. Que pase doña Manuela, la que tiene la viruela.
(Entra la niña vestida normal y con la cara maquillada con puntitos rojos)
Dª. MANUELA.- Buenos días doctor.
Dr. MANZANO.- Buenos días señora. ¿Qué le pasa a usted?
Dª MANUELA.- Me han salido granos y pupas en la cara. Creo que tengo acné juvenil o la viruela.
Dr. MANZANO.- No se preocupe usted que yo la voy a curar. Dígame ¿Si yo le doy un pisotón en el pie, le duele?
Dª MANUELA.- Pues claro. No me va a doler.
Dr. MANZANO.- Lo que me temía. Usted no tiene viruela. Lo que le pasa a usted es que tiene una gangrena en el pie derecho y hay que cortarlo.
Dª MANUELA.- ¿Pero qué dice? A mi no me duele el pie.
Dr. MANZANO.- Eso es peor todavía porque significa que la gangrena le ha avanzado tanto que ya lo tiene muerto. No tiene más solución que cortárselo. Vamos enfermera tráigame la sierra para cortar los huesos.
ENFERMERA.- Aquí la tiene doctor.
Dª MANUELA.- (Manuela mientras tanto se ha borrado las pintas rojas de la cara) Un momento que creo que se me ha quitado la viruela, me han desaparecido las pintas rojas. Ya me siento mejor.
Dr. MANZANO.- ¡Anda! Parece que es verdad. Ya no tiene manchas en la cara. De todas formas si quiere le corto el pie para que se quede usted más tranquila.
Dª MANUELA.- ¡No, No! Si yo estoy tranquilísima. Me voy a mi casa. A mi no me corta usted nada.
Dr. MANZANO.- A otra que he curado y sin tocarla. Y luego dicen que soy mal médico. Enfermera, haga pasar a otro paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin,tin. Que pase la tercera paciente, doña Carlota la de la pierna rota.
(Entra la paciente Carlota cojeando ostensiblemente)
Dª CARLOTA.- ¡Buenos días doctor!
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa a usted?
Dª CARLOTA.- Que tengo la pierna derecha rota y no ando bien, voy cojeando, vengo a que me la cure o me haga un trasplante de pierna y me ponga una nueva.
Dr. MANZANO. - Tiene usted razón lo mejor en este caso será un trasplante de pierna. ¡Enfermera tráigame una pierna derecha para trasplantársela a esta señora.
ENFERMERA I. – Ahora mismo se la mando doctor.
(Al poco rato entra en escena la enfermera II)
ENFERMERA II. – Solo nos queda esta pierna que es izquierda y además de hombre y está llena de pelos.
(Muestra al público una pierna tal como dice)
Dr. MANZANO. – Tenemos un pequeñísimo problema.
Dº. CARLOTA. - ¿Qué problema tiene doctor?
Dr. MANZANO.- El caso es que ahora no nos quedan trasplantes de piernas nuevas. A no ser que quiera usted que le trasplantemos esta que es de hombre y la izquierda.
Dª. CARLOTA. - ¡Pero por quién me toma usted si eso parece la pata de un burro y además está llena de pelos!
DR. MANZANO. - No se preocupe, tengo una idea y le voy a solucionar su problema.
Lo que le voy a hacer es romperle la otra para que le queden las dos iguales y ya se equilibra y cojea de las dos. Enfermera, agarre fuerte a la señora que le voy a romper la otra pierna, dame la maza de machacar.
Dª CARLOTA.- La maza de machacar. ¿Está usted loco? De eso nada, a mi no me rompe usted la otra pierna.
Dr. MANZANO.- Señora, así le quedan las dos iguales y deja de cojear.
Dª MANUELA.- No si ya no cojeo nada. Mire, ¿ve usted? (Anda y salta por el escenario perfectamente) Me voy, adiós.
Dr. MANZANO.- Bueno, como usted quiera, soy un genio (Se da besos él a sí mismo) ¡Soy un genio los curo a todos. Enfermera que pase el siguiente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin tin. Que pase el cuarto paciente. D. Farruco Carabruto.
PACIENTE IV.- (Entra el cuarto niño disfrazado de paleto, apretándose el culo).
¡Bueno día dotor!
Dr. MANZANO.- Buenos días. ¿Qué le pasa?
PACIENTE IV.- Qué me va a pasá, que tengo caguetilla.
Dr. MANZANO.- Querrá decir diarrea o colitis aguda.
PACIENTE IV.- No señor, digo que tengo caguetilla porque me cago sin achuchá.
Dr. MANZANO.- Pues eso es lo que en medicina se llama colitis, que es debido a un mal funcionamiento del intestino grueso causada por la inflamación del colon. Que eso es lo que significa colitis, inflamación del colon.
PACIENTE IV.- Y yo le digo dotor que yo no tengo colon o eso, lo único que me pasa que se me sale la mier-esa sin avisá.
ENFERMERA I.- ¿Qué le va a cortar a éste doctor?
Dr. MANZANO.- A éste no le podemos hacer más cortes y agujeros porque se le saldría todo por la herida. Lo que vamos a hacer es ponerle un tapón en el culo. Enfermera traiga un tapón de tonel grande.
ENFERMERA.- Aquí tiene doctor.
Dr. MANZANO.- Coloque al paciente en posición.
(La enfermera coloca al paciente tendido boca abajo sobre una mesa)
Dr. MANZANO.- (Hace como que le pone el tapón en el culo) Le voy a quitar la diarrea en un santiamén. Ya está.
PACIENTE IV.- Gracia dotor. Esto es lo que llamo yo un buen remedio ¡Adiós! (Sale del escenario andando con las piernas apretadas para que no se le caiga el tapón)
Dr. MANZANO. - Esto va que vuela, enfermera mande pasar al siguiente paciente.
ESTEFANÍA. - Tin, tin, tin.....Tin, tin, tin. La paciente doña Pancracia la vieja en desgracia.
(Sale al escenario la vieja, encorvada y hablando sola)
Dº. PANCRACIA. - ¡Ay, ay, ay, ayyyyy! (Da vueltas por el escenario diciendo lo mismo) ¡Ay, ay, ay, ayyyyyy!
Dr. MANZANO. - Enfermera, mire a ver qué le pasa a esta viejecita y tráigala aquí.
ENFERMERA I. - Siéntese aquí señora y cuéntele al doctor lo que le pasa.
Dª. PANCRACIA. - ¡Ju! doctor si yo le contara, ay si yo le contaraaaa, ¡Ay, ay, ayyyy qué miedo!
Dr. MANZANO. – Libérese del miedo y cuénteme, cuénteme.
Dª. PANCRACIA. – Antes, de joven vivía mejor pero ahora… si yo le contara. Puf si yo le contara, ay si yo le contara, ¡Ay, ay, ayyyyyy! Es que me da miedo.
Dr. MANZANO. – Es normal que de joven viviera mejor pero venga señora empiece a contarme ya de una vez lo que le pasa que ya me estoy poniendo nervioso.
Dª. PANCRACIA. – Crie doce hijos pero es lo que yo le digo doctor, pero ya no puedo y me da mucho miedo… si yo le contara, ¡Ay, ay, ay, si yo le contara, si yo le contara! ¡Ay, ay, ayyyyyyy!
Dr. MANZANO. – Biotipo de maniática (Hace como que escribe y habla bajo) Esta maldita vieja me va a volver loco. (Más fuerte) ¡Venga ya dígame de una vez qué le pasa y dónde le duele y acabemos! ( Lo dice a gritos, desesperado)
Dª. PANCRACIA. - Eso es lo que yo le digo doctor, eso mismo digo yo pero (Se calla durante cinco segundos) ¿Por qué me dará tanto miedo?
Dr. MANZANO. –Tenemos vieja para rato. Siga, siga con el teatro.
Dª. PANCRACIA. - ¡Teatro! ¿Dónde está el teatro? ¡Ay, ay, ayyyyyy! ¡Ay si yo le contara, si yo le contara!
(El doctor ya pierde la paciencia y totalmente desesperado y fuera de si, se levanta y dice)
Dr. MANZANO. - ¡Enfermera, tráeme el hacha de cortar cabezas que ya estoy de vieja hasta las narices! No acaba de decirme lo que le pasa.
ENFERMERA II. - Pero qué dice usted, mejor será que me lleve a la vieja y se la quite de en medio sinó va a acabar usted en la cárcel.
(Coge a la vieja y se la lleva)
Dª PANCRACIA. – Yo lo que quería decirle es que de joven saltaba a la comba y ahora me da mucho miedo.
Dr. MANZANO. – Enfermera llévese a la vieja que ya no respondo de mí.
(La enfermera sale de escena con la vieja)
NARRADOR. - Después de este problema con la viejecita el doctor Manzano se quedó un poco nervioso y con el hacha en la mano.
DR. MANZANO. - Enfermera ¿quedan más pacientes en la sala de espera?
ENFERMERA. - Si queda uno.
Dr. MANZANO. - Pues que pase.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. El paciente don agapito el que tiene hipo que pase a consultas por favor. Tin, tin, tin. Tin, tin, tin.
(Entra a la consulta don Agapito Hipando aparatosamente)
D. AGAPITO. - Mire hip hip usted hip dochip torhip que tengo hip mucho hip hipo.
Dr. MANZANO. - Con que tiene hipo eh pues mire por donde tengo yo el hacha en la mano y se lo voy a cortar de golpe.
(Se dirige amenazador blandiendo el hacha hacia el paciente)
D. AGAPITO. - ¡Socorro, socorro! Este médico está loco, me quiere matar.
(De pronto se da cuenta que se le ha quitado el hipo y reacciona)
D. AGAPITO. - ¡Se me ha quitado el hipo! ¡Qué maravilla, doctor con el susto que usted me ha dado se me ha quitado el hipo! ¡Gracias doctor, muchísimas gracias! ¡Es usted un buen médico!
(Se despide dándole un beso, el doctor reacciona enfadado ante el beso o intento de beso)
Dr. MANZANO. - ¡Fuera ya de aquí no sea que le corte la cabeza de verdad! Enfermera haga pasar al último paciente.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. Que pase a consultas el último paciente don Julián el herrero calvete con poco pelo,…(No se presenta nadie) … es una llamada para el último paciente el herrero ese con poco pelo que acuda a consulta que parece que está sordo. Tin, tin tin…(Tampoco se presenta nadie)
ENFERMERA II. – Es un mensaje que ha mandado el señor Herrero “Vine a la consulta porque se me caía el pelo pero al ver que el doctor Manzano cortaba sin miedo me vuelvo a mi casa con toda presteza no sea que el doctor diga de cortarme la cabeza”
ENFERMERA I. – Pues si se ha ido peor para él y que siga calvo.
Dr. MANZANO Y LAS DOS ENFERMERAS.- Sin más enfermos que curar, y con esto y un bizcocho el consultorio se cierra hasta mañana a las ocho.
FIN
VOCABULARIO. Acné, atenazar, colitis, consulta, fonendo, hipar, hipar, mu, tonel, trasplante, viruela.
DIFICULTAD. Escasa, escrita para niños de segundo y tercer ciclo.
DURACIÓN. Veinte minutos.
ESCENARIO
El mismo o parecido al escenario de las otras obras de médicos. Mesa para el doctor, letrero de cartulina “Doctor Manzano”, una silla para que se vayan sentando los pacientes. Un lateral del escenario se puede ambientar como de sala de espera colocando otras sillas o un banco corrido para que se sienten los enfermos. Lo que propuse para las otras. El que pueda que lo mejore.
PERSONAJES:
Dr. MANZANO.- Niño vestido de médico con bata blanca y fonendo. Bigotes, gafas, etc… opcional.
ENFERMERA.- Niña vestida de enfermera con bata y toca en la cabeza.
Dr. VICENTE.- Niño disfrazado de carnicero con bata blanca llena de manchas rojas. Este personaje tiene que dar miedo, cuanto más terrorífico mejor. Tampoco os paséis.
PACIENTE 1º. D. CELESTINO.- Niño vestido de paciente con la barriga abultada. Tiene que parecer que le duele el intestino.
PACIENTE 2º. Dª MANUELA.- Niña vestida normal, con traje de calle pero con la cara maquillada con manchas rojas como si tuviera viruela.
PACIENTE 3º. Dª CARLOTA.- Niña vestida normal, con un bastón o preferiblemente con una muleta ya que tiene una pierna rota.
PACIENTE 4º. FARRUCO.- Niño vestido de labrador, cortijero o de paleto. Pantalones de pana o mono, camisa de cuadros, sombrero de paja. Maquillado con barba negra espesa y cejas corridas. Es una idea.
PACIENTE 5º. – Dª PANCRACIA. – Niña disfrazada de viejecita, con vestido largo negro, delantal y pañuelo en la cabeza.
PACIENTE 6º. – D. AGAPITO. Niño libremente vestido, tal cual , vamos como él o su mamá quieran.
OTROS PACIENTES.- Niños y niñas vestidos con pijamas, maquillados como si estuvieran enfermos de verdad.
"OTRO DOCTOR MANZANO QUE CORTA POR LO SANO"
Se levanta el telón y aparece el escenario dispuesto tal y como hemos dicho. El médico sentado en el centro, la enfermera al lado de pie y en el lateral del escenario un número alto de pacientes que puede ser ocho o diez, según las posibilidades.
PRESENTADOR I, - Buenos días a todos, los alumnos de “quinto curso” hemos preparado una obra de teatro titulada “Otro doctor Manzano”
PRESENTADOR II. – El tema va de médicos y lleva un poquito de crítica a la Seguridad Social.
PRESENTADOR I. – Pero bueno tampoco os la debéis tomar muy en serio.
PRESENTADOR II. – Lo que pretendemos es que os guste y que lo paséis bien y os rogamos que guardéis silencio.
NARRADOR. - Esta es la historia un poco exagerada de lo que pasa o puede pasar en un consultorio de la Inseguridad Social.
Dr. MANZANO.- Buenas tardes. Soy el Doctor Manzano, colegiado Autónomo 45 del Excelentísimo Colegio de médicos de la Inseguridad Social y me llaman el matasanos porque corto por lo sano.
ENFERMERA.- Yo soy la enfermera Carmela y ayudo al doctor a sacar muelas.
ENFERMERA AUXILIAR. - Pues yo soy la enfermera auxiliar y no hago nada de particular.
Dr. VICENTE.- Y yo soy el doctor Vicente y sirvo para espantar a la gente.
ENFERMERA II. - Me llamo Señorita Estefanía y soy la encargada de llamar a los enfermos por megafonía.
D. MANZANO.- Bueno, dejémonos de presentaciones y empecemos a trabajar en serio. Enfermera auxiliar ¿qué número de pacientes hay en la sala de espera?
ENFERMERA.- Ahora mismo se lo digo doctor. (Hace como que mira y cuenta) Ahora mismo hay en la sala de espera 545 pacientes doctor.
D. MANZANO. - ¿Y sabe usted quién es el primero?
PACIENTE 1. - (Hombre) El primero soy yo que llevo esperando aquí desde las seis de la mañana.
PACIENTE 2. - (Señora) De eso nada usted llegaría primero pero yo cogí número antes que usted.
PACIENTES 3 y 4. - Los primeros somos nosotros
PACIENTE 5. - ¡Qué cara tienen algunos llegan los últimos y se ponen los primeros.
PACIENTE 6.- A esto no hay derecho. ¿Para esto pagamos a la Inseguridad Social?
PACIENTE 7. ¡Esto es una república y una tangana, ya nadie respeta nada!
ENFERMERA I. - Orden, por favor. No se impacienten que el doctor les atenderá a todos.
NARRADOR. - Ante tantísimos pacientes el doctor Manzano no se asustó ni se puso nervioso, ante tales casos tenía él una carta guardada en la manga.
Dr. MANZANO.- Estos son los mismos que ayer. ¡Viva la Pepa! Aquí viene la gente más que al "Carrefur". Pero esto lo arreglo yo sin decir ni mu. Enfermera, necesitamos la ayuda del doctor Vicente llámelo por megafonía por favor.
ESTEFANÍA.- Doctor Vicente, doctor Vicente, acuda a consulta por favor. Es urgente, acuda a consulta el doctor Vicente. Repito es urgente, es un aviso para el doctor Vicente.
(Llega el Dr. Vicente, vestido con una bata con manchas rojas como si fueran de sangre, entra corriendo haciendo muchos aspavientos)
Dr. VICENTE.- (Con voz fuerte y salvaje) Aquí estoy doctor jefe. ¿Qué quiere que haga con tanta gente?
Dr. MANZANO.- ¡Qué voy a querer! Coja el hacha y dígales “amablemente” (con retintín), que vayan pasando.
(Sale el Dr. Vicente con el hacha y con gesto amenazante)
Dr. VICENTE.- Vamos a ver ¿Quién quiere entrar el primero? ¿Quieren pasar? (Los pacientes empiezan a levantarse y a irse asustados) (Ahora se dirige a un paciente en particular)
Usted, usted, ¿Quiere pasar el primero?
PACIENTE.- No, si yo no estoy malo, es que pasaba por aquí de paseo. Ya me voy.
Dr. VICENTE.- ¡Ah! Bueno. (Dirigiéndose a otra paciente) Y a usted ¿Qué le pasa? ¿Quiere que le corte algo?
OTRA PACIENTE.- No yo estoy más sana que una manzana. Había venido a marujear.
Dr. VICENTE. - Ah, bueno. Entonces ¿ya se iba usted?
PACIENTE. - Si claro me iba y me voy, si a mí no me duele nada.
Dr. VICENTE. - Si es por eso yo hago que le duela lo que usted quiera en un momento.
PACIENTE. - No que me voy a mi casa que me he dejado las lentejas puestas en el fuego y se me van a quemar.
(La mayoría de los pacientes se levantan y se van asustados)
NARRADOR. - Como han visto ustedes el consultorio casi se quedó vacío, ante el doctor Vicente se le quitaron todas las enfermedades.
Dr. VICENTE.- No se vayan que acabamos pronto. Sólo tengo que dar así con el hacha y ya está. (Hace gestos como que le da a alguno) Lo curo de momento. (Se van todos menos seis)
Dr. MANZANO.- ¿Cuántos se han quedado?
Dr. VICENTE.- Sólo seis doctor jefe.
Dr. MANZANO.- Eso está mejor. Muchas gracias doctor Vicente, usted puede retirarse. Enfermera haga pasar al primero.
ESTEFANÍA.- Que pase el primer paciente, D. Celestino al que le duele el intestino.
PACIENTE I.- (Entra el primer paciente con las manos en la barriga haciendo gestos de que le duele el vientre)
¡Buenos días doctor! (Con voz quejosa)
Dr. MANZANO.- Hola buenos días. Siéntese y dígame lo que le pasa.
PACIENTE I.- Que me duele la barriga.
Dr. MANZANO.- Muy bien. ¿Qué cenó usted anoche?
PACIENTE I.- Pues cené un plato de sopa y una tortilla de patatas.
Dr. MANZANO.- Ya está. Ya se lo que le pasa, no hay peor cosa que tomar sopa con tortilla de patatas para cenar.
PACIENTE I. - ¿Y me va a curar doctor?
Dr. MANZANO. - Si claro y para curarlo tengo que cortarle las dos orejas. ¡Enfermera! Traiga el cuchillo de cortar la carne.
PACIENTE I.- Pero doctor yo he venido aquí porque me duele la barriga, las orejas las tengo bien.
Dr. MANZANO.- Eso es lo se cree usted, pero no, el mal le viene de las orejas. Sepa usted que la sopa que usted cenó junto con la tortilla se le ha subido por el tragadero alto y le está atenazando las orejas aunque el dolor se le refleje en la barriga, lo que quiere decir que hay que cortarlas para salvarle la vida.
PACIENTE I.- Pero doctor, ¡eso no puede ser!
Dr. MANZANO.- ¡Cómo que no puede ser! ¿Quién es aquí el médico? ¿Usted o yo?
PACIENTE I.- Usted, usted.
Dr. MANZANO.- Pues entonces a callar. Enfermera agárremelo fuerte que le voy a cortar las orejas.
(La enfermera coge al paciente)
PACIENTE I.- Un momento.
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa ahora?
PACIENTE I.- Que ya no me duele el intestino. Estoy curado. Gracias doctor. Déjame enfermera que me voy a mi casa.
Dr. MANZANO.- Lo he curado sin cortarle nada. Lo mío son manos de santo. Bueno enfermera, que pase el siguiente paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin, tin. Que pase doña Manuela, la que tiene la viruela.
(Entra la niña vestida normal y con la cara maquillada con puntitos rojos)
Dª. MANUELA.- Buenos días doctor.
Dr. MANZANO.- Buenos días señora. ¿Qué le pasa a usted?
Dª MANUELA.- Me han salido granos y pupas en la cara. Creo que tengo acné juvenil o la viruela.
Dr. MANZANO.- No se preocupe usted que yo la voy a curar. Dígame ¿Si yo le doy un pisotón en el pie, le duele?
Dª MANUELA.- Pues claro. No me va a doler.
Dr. MANZANO.- Lo que me temía. Usted no tiene viruela. Lo que le pasa a usted es que tiene una gangrena en el pie derecho y hay que cortarlo.
Dª MANUELA.- ¿Pero qué dice? A mi no me duele el pie.
Dr. MANZANO.- Eso es peor todavía porque significa que la gangrena le ha avanzado tanto que ya lo tiene muerto. No tiene más solución que cortárselo. Vamos enfermera tráigame la sierra para cortar los huesos.
ENFERMERA.- Aquí la tiene doctor.
Dª MANUELA.- (Manuela mientras tanto se ha borrado las pintas rojas de la cara) Un momento que creo que se me ha quitado la viruela, me han desaparecido las pintas rojas. Ya me siento mejor.
Dr. MANZANO.- ¡Anda! Parece que es verdad. Ya no tiene manchas en la cara. De todas formas si quiere le corto el pie para que se quede usted más tranquila.
Dª MANUELA.- ¡No, No! Si yo estoy tranquilísima. Me voy a mi casa. A mi no me corta usted nada.
Dr. MANZANO.- A otra que he curado y sin tocarla. Y luego dicen que soy mal médico. Enfermera, haga pasar a otro paciente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin,tin. Que pase la tercera paciente, doña Carlota la de la pierna rota.
(Entra la paciente Carlota cojeando ostensiblemente)
Dª CARLOTA.- ¡Buenos días doctor!
Dr. MANZANO.- ¿Qué le pasa a usted?
Dª CARLOTA.- Que tengo la pierna derecha rota y no ando bien, voy cojeando, vengo a que me la cure o me haga un trasplante de pierna y me ponga una nueva.
Dr. MANZANO. - Tiene usted razón lo mejor en este caso será un trasplante de pierna. ¡Enfermera tráigame una pierna derecha para trasplantársela a esta señora.
ENFERMERA I. – Ahora mismo se la mando doctor.
(Al poco rato entra en escena la enfermera II)
ENFERMERA II. – Solo nos queda esta pierna que es izquierda y además de hombre y está llena de pelos.
(Muestra al público una pierna tal como dice)
Dr. MANZANO. – Tenemos un pequeñísimo problema.
Dº. CARLOTA. - ¿Qué problema tiene doctor?
Dr. MANZANO.- El caso es que ahora no nos quedan trasplantes de piernas nuevas. A no ser que quiera usted que le trasplantemos esta que es de hombre y la izquierda.
Dª. CARLOTA. - ¡Pero por quién me toma usted si eso parece la pata de un burro y además está llena de pelos!
DR. MANZANO. - No se preocupe, tengo una idea y le voy a solucionar su problema.
Lo que le voy a hacer es romperle la otra para que le queden las dos iguales y ya se equilibra y cojea de las dos. Enfermera, agarre fuerte a la señora que le voy a romper la otra pierna, dame la maza de machacar.
Dª CARLOTA.- La maza de machacar. ¿Está usted loco? De eso nada, a mi no me rompe usted la otra pierna.
Dr. MANZANO.- Señora, así le quedan las dos iguales y deja de cojear.
Dª MANUELA.- No si ya no cojeo nada. Mire, ¿ve usted? (Anda y salta por el escenario perfectamente) Me voy, adiós.
Dr. MANZANO.- Bueno, como usted quiera, soy un genio (Se da besos él a sí mismo) ¡Soy un genio los curo a todos. Enfermera que pase el siguiente.
ESTEFANÍA.- Tin, tin, tin...Tin, tin tin. Que pase el cuarto paciente. D. Farruco Carabruto.
PACIENTE IV.- (Entra el cuarto niño disfrazado de paleto, apretándose el culo).
¡Bueno día dotor!
Dr. MANZANO.- Buenos días. ¿Qué le pasa?
PACIENTE IV.- Qué me va a pasá, que tengo caguetilla.
Dr. MANZANO.- Querrá decir diarrea o colitis aguda.
PACIENTE IV.- No señor, digo que tengo caguetilla porque me cago sin achuchá.
Dr. MANZANO.- Pues eso es lo que en medicina se llama colitis, que es debido a un mal funcionamiento del intestino grueso causada por la inflamación del colon. Que eso es lo que significa colitis, inflamación del colon.
PACIENTE IV.- Y yo le digo dotor que yo no tengo colon o eso, lo único que me pasa que se me sale la mier-esa sin avisá.
ENFERMERA I.- ¿Qué le va a cortar a éste doctor?
Dr. MANZANO.- A éste no le podemos hacer más cortes y agujeros porque se le saldría todo por la herida. Lo que vamos a hacer es ponerle un tapón en el culo. Enfermera traiga un tapón de tonel grande.
ENFERMERA.- Aquí tiene doctor.
Dr. MANZANO.- Coloque al paciente en posición.
(La enfermera coloca al paciente tendido boca abajo sobre una mesa)
Dr. MANZANO.- (Hace como que le pone el tapón en el culo) Le voy a quitar la diarrea en un santiamén. Ya está.
PACIENTE IV.- Gracia dotor. Esto es lo que llamo yo un buen remedio ¡Adiós! (Sale del escenario andando con las piernas apretadas para que no se le caiga el tapón)
Dr. MANZANO. - Esto va que vuela, enfermera mande pasar al siguiente paciente.
ESTEFANÍA. - Tin, tin, tin.....Tin, tin, tin. La paciente doña Pancracia la vieja en desgracia.
(Sale al escenario la vieja, encorvada y hablando sola)
Dº. PANCRACIA. - ¡Ay, ay, ay, ayyyyy! (Da vueltas por el escenario diciendo lo mismo) ¡Ay, ay, ay, ayyyyyy!
Dr. MANZANO. - Enfermera, mire a ver qué le pasa a esta viejecita y tráigala aquí.
ENFERMERA I. - Siéntese aquí señora y cuéntele al doctor lo que le pasa.
Dª. PANCRACIA. - ¡Ju! doctor si yo le contara, ay si yo le contaraaaa, ¡Ay, ay, ayyyy qué miedo!
Dr. MANZANO. – Libérese del miedo y cuénteme, cuénteme.
Dª. PANCRACIA. – Antes, de joven vivía mejor pero ahora… si yo le contara. Puf si yo le contara, ay si yo le contara, ¡Ay, ay, ayyyyyy! Es que me da miedo.
Dr. MANZANO. – Es normal que de joven viviera mejor pero venga señora empiece a contarme ya de una vez lo que le pasa que ya me estoy poniendo nervioso.
Dª. PANCRACIA. – Crie doce hijos pero es lo que yo le digo doctor, pero ya no puedo y me da mucho miedo… si yo le contara, ¡Ay, ay, ay, si yo le contara, si yo le contara! ¡Ay, ay, ayyyyyyy!
Dr. MANZANO. – Biotipo de maniática (Hace como que escribe y habla bajo) Esta maldita vieja me va a volver loco. (Más fuerte) ¡Venga ya dígame de una vez qué le pasa y dónde le duele y acabemos! ( Lo dice a gritos, desesperado)
Dª. PANCRACIA. - Eso es lo que yo le digo doctor, eso mismo digo yo pero (Se calla durante cinco segundos) ¿Por qué me dará tanto miedo?
Dr. MANZANO. –Tenemos vieja para rato. Siga, siga con el teatro.
Dª. PANCRACIA. - ¡Teatro! ¿Dónde está el teatro? ¡Ay, ay, ayyyyyy! ¡Ay si yo le contara, si yo le contara!
(El doctor ya pierde la paciencia y totalmente desesperado y fuera de si, se levanta y dice)
Dr. MANZANO. - ¡Enfermera, tráeme el hacha de cortar cabezas que ya estoy de vieja hasta las narices! No acaba de decirme lo que le pasa.
ENFERMERA II. - Pero qué dice usted, mejor será que me lleve a la vieja y se la quite de en medio sinó va a acabar usted en la cárcel.
(Coge a la vieja y se la lleva)
Dª PANCRACIA. – Yo lo que quería decirle es que de joven saltaba a la comba y ahora me da mucho miedo.
Dr. MANZANO. – Enfermera llévese a la vieja que ya no respondo de mí.
(La enfermera sale de escena con la vieja)
NARRADOR. - Después de este problema con la viejecita el doctor Manzano se quedó un poco nervioso y con el hacha en la mano.
DR. MANZANO. - Enfermera ¿quedan más pacientes en la sala de espera?
ENFERMERA. - Si queda uno.
Dr. MANZANO. - Pues que pase.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. El paciente don agapito el que tiene hipo que pase a consultas por favor. Tin, tin, tin. Tin, tin, tin.
(Entra a la consulta don Agapito Hipando aparatosamente)
D. AGAPITO. - Mire hip hip usted hip dochip torhip que tengo hip mucho hip hipo.
Dr. MANZANO. - Con que tiene hipo eh pues mire por donde tengo yo el hacha en la mano y se lo voy a cortar de golpe.
(Se dirige amenazador blandiendo el hacha hacia el paciente)
D. AGAPITO. - ¡Socorro, socorro! Este médico está loco, me quiere matar.
(De pronto se da cuenta que se le ha quitado el hipo y reacciona)
D. AGAPITO. - ¡Se me ha quitado el hipo! ¡Qué maravilla, doctor con el susto que usted me ha dado se me ha quitado el hipo! ¡Gracias doctor, muchísimas gracias! ¡Es usted un buen médico!
(Se despide dándole un beso, el doctor reacciona enfadado ante el beso o intento de beso)
Dr. MANZANO. - ¡Fuera ya de aquí no sea que le corte la cabeza de verdad! Enfermera haga pasar al último paciente.
AUXILIAR. - Tin, tin, tin. Tin, tin, tin. Que pase a consultas el último paciente don Julián el herrero calvete con poco pelo,…(No se presenta nadie) … es una llamada para el último paciente el herrero ese con poco pelo que acuda a consulta que parece que está sordo. Tin, tin tin…(Tampoco se presenta nadie)
ENFERMERA II. – Es un mensaje que ha mandado el señor Herrero “Vine a la consulta porque se me caía el pelo pero al ver que el doctor Manzano cortaba sin miedo me vuelvo a mi casa con toda presteza no sea que el doctor diga de cortarme la cabeza”
ENFERMERA I. – Pues si se ha ido peor para él y que siga calvo.
Dr. MANZANO Y LAS DOS ENFERMERAS.- Sin más enfermos que curar, y con esto y un bizcocho el consultorio se cierra hasta mañana a las ocho.
FIN