Escribí esta obra allá por el año 2.000. Con el mismo estilo se pueden idear otras muchas. Puede ser representada por niños de todas las edades. No hay apenas diálogos hay que practicar la mímica y la naturalidad. Aunque parezca simple, resulta muy graciosa y a los niños le gusta mucho.
COMPETENCIA SOCIAL Y CIUDADANA. Aunque parezca mentira creo que también es posible educar con esta obra de tipo costumbrista y un poco esperpéntica.
DECORACIÓN:
No tiene una decoración específica ya que se supone que sucede en la calle. Puede aprovecharse la decoración de otra obra despejando el escenario de objetos.
Puede representarse entre otras obras más largas a modo de sainete.
PERSONAJES:
NARRADOR. Un niño o niña que lea bien.
CURA O MONJA. Niño o niña disfrazados de cura o monja.
SEÑORITA. Niña vestida muy elegante con bolso.
NIÑOS PEQUEÑOS. Dos niños o niñas cuanto más pequeños mejor.
SEÑORA. Niña mayor vestida de mujer mayor.
CAPITÁN. Niño vestido de militar.
SOLDADO. Niño vestido de soldado.
CIEGO. Niño con gafas oscuras y bastón caracterizado de ciego.
ESTUDIANTE. Niño vestido normal con libros y cara de pillo.
SEÑORAS. Dos niñas vestidas de señoras mayores con bolsas como si vinieran de hacer la compra.
BORRACHO. Niño vestido de hombre desarrapado con una botella que contiene cola.
JORNALERO. Niño disfrazado de jornalero.
¡¡Qué suerte !! Diez maneeras de encontrar un billete de Quinientos Euros .
SE LEVANTA EL TELÓN
PRESENTADOR I. – En la obra que los niños y niñas de cuarto vamos a representar trataremos de explicaros dos emociones muy importantes: la emoción sorpresa y la emoción alegría.
PRESENTADOR II. – Si como dice mi compañero estas dos emociones son muy importantes y también son de las llamadas emociones positivas porque generan en nosotros una sensación de bienestar.
PRESENTADOR I. – Creo que todos vosotros sabéis qué es la sorpresa.
NIÑA. – Yo no lo sé. ¿Me lo podéis explicar?
PRESENTADOR II. – Sí claro. Según el diccionario de la Real Academia, la palabra sorpresa significa la acción y el efecto de sorprender. ¿Te has enterado?
NIÑA. – Pues no.
PRESENTADOR I. - ¿Por qué no? Está bien claro, la acción y el efecto de sorprender a eso se le llama sorpresa.
NIÑA. – Si, pero yo no se qué es sorprender.
PRESENTADOR II. – Vaya pues según el mismo diccionario sorprender es coger desprevenido, conmover, suspender o maravillar con algo imprevisto raro o incomprensible.
NIÑA. – No lo entiendo bien, ¿me lo puedes explicar con un ejemplo?
PRESENTADOR I. – (Se rasca la cabeza y dice) Veamos, ¿Es hoy tu cumpleaños?
NIÑA. – No mi cumpleaños es el…
PRESENTADOR II. - ¿Y tu santo? ¿No celebras hoy tu santo?
NIÑA. – Tampoco, mi santo es…
PRESENTADOR I. – Pues mejor que mejor, sin ser tu santo ni tu cumpleaños nosotros te vamos a hacer un regalito. Compañero.
PRESENTADOR II. – Toma te hacemos hoy un regalo muy bonito y especial. No te lo esperabas, ¿Verdad?
NIÑA. – No, esto no me lo esperaba, ¡qué sorpresa me habéis dado!
PRESENTADOR I. – Ahí le han dado. Vean ustedes la cara de sorpresa que se le ha puesto, vean, vean.
NIÑA. – ¡Qué sorpresa, esto no me lo esperaba!
PRESENTADOR II. – Entonces ¿Sabes ya qué es la sorpresa?
NIÑA. – Si claro, ha sido una sorpresa muy bonita.
PRESENTADOR I. – Ha quedado claro lo que es la sorpresa. Tu niño ¿Sabes qué es la alegría?
NIÑO. – Si claro. Es reírse ¡Ja, ja, ja!
PRESENTADOR II. – Eso no es la alegría, eso es una manifestación de la alegría.
NIÑO. – Ya se lo que es. Es cuando mi equipo de fútbol favorito que es el Real Madrid, le gana al Barcelona por siete a cero y yo me pongo muy contento y canto lo de “e, oe, oe, oe, oe”
PRESENTADOR I. – Eso es un buen motivo de alegría y una manifestación de ella pero no has dicho qué es la alegría.
NIÑO. – Bueno pues dilo tú que eres tan listo.
PRESENTADOR II. – La alegría es una emoción o sentimiento que se produce en nosotros por un motivo de gozo placentero a veces sin causa determinada y que se suele manifestar con signo exteriores como la sonrisa, la risa o con gritos de júbilo.
PRESENTADOR I. - ¿Te has enterado? Eso es la alegría.
NIÑO. – Pues eso es justo lo que yo decía pero con otras palabras más finas.
NARRADOR.- A continuación vamos a ver diferentes manifestaciones de sorpresa y alegría a través de la representación de diferentes formas de encontrarse un billete de quinientos euros por distintas personas. En primer lugar se encuentra el billete soldado que se iba a la guerra
CAPITÁN. – Atención soldado que nos vamos a la guerra.
SOLDADO. – (De mala gana) Si no hay más remedio pues lo que usted diga mi capitán.
CAPITÁN. - ¡Cómo que lo que usted diga! ¡Cómo que lo que usted diga! Se contesta “Señor sí, señor”
SOLDADO. – Bueno pues eso.
CAPITÁN. - ¿Qué ha dicho? No he oído nada.
SOLDADO. – Sí señor, si señor.
CAPITÁN. – Parece mariquita. ¡Soldado! ¿Nos vamos a la guerra sí o no?
SOLDADO. – Señor si señor.
CAPITÁN. – No lo oigo.
SOLDADO. – Señor, sí señor.
CAPITÁN. – Pues entonces en marcha. ¡Un do, un dos, un dos!
(El soldado ve el billete y se tira al suelo sobre él)
CAPITÁN. - ¿Qué hace usted? ¿Por qué se tira al suelo?
SOLDADO. – Porque viene un avión tirando bombas.
CAPITÁN, - ¿Por dónde viene? Yo no veo nada.
SOLDADO. – Por allí, por allí.
CAPITÁN. – Entonces. ¡Cuerpo a tierra que viene la aviación!
SOLDADO. – Tápese la cabeza y cierre los ojos mi capitán que le da una bomba.
(El soldado le da un palo en el culo al capitán)
SOLDADO. - ¡Bon!
CAPITÁN. - ¡Ay, ay! Me ha dado en el culo.
(El soldado se levanta, enseña el billete al público, lo guarda y…)
SOLDADO. - ¡Que viene otra, que viene otra! ¡Bon! (Le da otra vez en el culo)
CAPITÁN. - ¡Ay ay! Mi culo. ¡Qué bombazo!
SOLDADO. - Y ahora me voy ya no quiero más guerra. CAPITÁN. - Y ¿quién va a luchar contra el enemigo? SOLDADO. - Pues vaya usted solo. Yo no tengo enemigos. NARRADOR. - Como habéis visto el soldado no solo se llevó una sorpresa y una gran alegría sino que tomo una buena decisión. Ese billete le cambió la vida. Pero no siempre ocurre así, hay veces que el dinero nos da más problemas. A continuación vamos a presenciar como encuentran el billete un par de panquis.
PANKI .I. - Lo que yo te diga tronco la vida hay que tomarla con filosofía, a propósito "colegui" ¿por qué no me prestas un euro tío?
PANKI II. - Un euro tío pero qué dices ¿Te crees que yo soy rico? Si estoy más tieso que una mojama. NARRADOR. - En este preciso momento uno de ellos vio el billete y...
PANKI I. - ¡Que veo tronco! ¿Es eso de verdad?
NARRADOR. - El primer panki se llevó tal sorpresa al ver el billete que se quedó paralizado, el segundo panki reaccionó más rápidamente y cogió el billete y dio muestras de mucha alegría.
PANKI II. - (Coge el billete) Este papel es legal tío. Uau soy rico, ua, ua uaaaaaaa.
PANKI I. - Dame el billete a ver que lo vea.
PANKI II. - ¡Qué te voy a dar, qué te voy a dar! Es que te crees que me acabo que caer de un guindo? El pergamino es mío tronco.
PANKI I. - El pergamino ese lo vi yo primero.
PANKI II. - Tu lo verías primero pero aquí el que se lo curró fui yo, o es que no viste como me rompí los riñones pa cogerlo. Vamos hombre no me quieras dar el toco mocho.
PANKI I. - Vamos a ver que parece que no me entero o sea tío que yo encuentro el tesoro que tu te agachas lo coges y dices que es pa ti.
PANKI II. - Tal cual, tío que pa eso el titi se lo curró. (Comienzan a pelearse, rompen el billete y salen de la escena)
NARRADOR. - Como veis en esta ocasión encontrar el dinero no le supuso nada bueno, se pelearon y rompieron el billete. A continuación se encuentran el dinero un currante y un cura.
1 CURA O MONJA. -(Sale el cura hablando con un hombre o mujer) El dinero es la causa de perdición y de pecado. Es la causa de corrupción y destrucción del mundo, peor que el demonio. Lo has comprendido bien hijo mío.
HOMBRE O MUJER. - Si padre, creo que lo he comprendido.
CURA. - Por culpa del dinero se cometen los más horrendos crímenes. Debes alejarte del dinero como del diablo. ¿Lo harás?
HOMBRE. - Si padre lo haré, lo haré.
CURA. - Recuerda lo que te he dicho y vive tu vida sin ambiciones ni lujos, desprecia el dinero y tendrás un puesto en el cielo.
NARRADOR-A. - En este momento el hombre se da cuenta que en el suelo hay un billete de 1.000 euros. El hombre se lleva una grata sorpresa y a continuación una gran alegría.
HOMBRE. - ¡Mira padre, un billete de mil euros! ¡Viva, qué suerte he tenido! (Da saltos de alegría) ¡Viva, viva!
(Se agacha y lo coge)
CURA. - Suéltalo, desgraciado ¿no te das cuenta que es una tentación de Satanás? Pecador suelta eso.
HOMBRE. - No padre es un billete que se le ha perdido a alguien, no tiene dueño, me viene muy bien para comprarme una moto.
CURA. - Una moto, te vas ha comprar una moto´.
HOMBRE. - Si, me hace mucha ilusión.
CURA. - Una moto, te voy a dar yo a ti moto. ¡So pecador! ¿No ves que lo ha puesto ahí el mismo Demonio en persona para hacerte caer en el vicio y pecar? ¡Tíralo!
(El hombre suelta el billete despacio y con mucha pena)
HOMBRE. - ¡Qué lástima! ¡Adiós mi moto! ¡Con lo bonita que era! Parece que la estoy viendo, lo bien que arrancaba y el ruido que hacía!
CURA. - Deja ya la moto y vete corriendo a tu casa te lavas la mano con lejía y rezas diez "padrenuestros" en penitencia.
(El hombre se va de mala gana, el cura, cuando se queda solo, mira para todos los lados y lo coge luego dice:)
CURA. - Esto es un milagro, gracias Dios mío. ¡Viva, aleluya, aleluya! ¡Amén, aleluya!
HOMBRE. - Pero padre. He visto lo que ha hecho ¿Por qué coge usted el dinero, no decía que era una tentación del diablo?
CURA. - Hijo; Yo lo puedo coger mis manos están consagradas, además si lo cojo yo se bien por qué lo cojo, aunque me repugne hacerlo lo hago, bien se yo por qué lo hago. ¿Te has enterado?
HOMBRE. - Si padre.
CURA. - Pues, cada uno a su casa y Dios en la de todos. Amén.
(Salen los dos del escenario)
NARRADORA. - A continuación se encuentra el billete una señorita muy fina y educada que va de paseo con su amiga
(Salen dos señoritas bien vestidas con tacones y bolsos, se dan dos paseos por el escenario)
SEÑORITA I. - Pues como te iba diciendo me voy a la peluquería porque es que tengo que ir de boda esta misma tarde.
SEÑORITA II. - ¡Qué suerte tienes hija! Tu como eres rica por eso puedes gastar dinero en la peluquería. Yo no tengo dinero y voy a las rebajas de Carrefur.
SEÑORITA I. - Hija cásate con un novio rico como yo.
SEÑORITA II. - ¡Qué más quisiera yo pero es que mi novio es más pobre que las ratas.
( Ve el billete, mira para todos los lados, se para, deja caer su pañuelo o el bolso sobre el billete) y dice:
SEÑORITA II. -¡Mira que soy tonta, se me ha caído el bolso.
SEÑORITA I. - Vamos ¿Qué haces ahí parada?
SEÑORITA II. .- (Se agacha y coge las dos cosas y se acerca a la otra señorita) Perdona hija es que se me cayó el bolso.
SEÑORITA I. - Pues haberlo dejado en el suelo total si dices que lo tienes vacío y no tienes dinero. ¡Ja, ja!
SEÑORITA II. - Con que si. Pues ahora me voy al Corte Inglés a comprarme un vestido de Victorio y Luchino. Anda pa que te enteres.
SEÑORITA I. - Pero bueno, ¿no decías que no tenías dinero?
SEÑORITA II. - Si pero rebuscando la calderilla me acabo de encontrar en mi bolso un billete de mil euros y ya ves voy a gastármelo. (Salen las dos del escenario)
NARRADORA. -A continuación se encuentran el billete dos niños chicos que iban de camino al colegio y vais a ver lo que les pasa.
3 NIÑOS. -(Salen dos niños pequeños jugando, de pronto ven el billete, se tiran hacia él y lo cogen todos a la vez uno dice:
NIÑO I. - Anda dinero, esto es dinero.
NIÑO II. - Es verdad, con eso se pueden comprar gominolas y piruletas.
NIÑO III. - Si y también globos y chocolatinas.
(Todos dan muestras de mucha alegría)
NIÑO I - ¡Bien, viva! ¡Vamos a la tienda de chuches!
NIÑO II. - ¡Qué guay! Si vamos y compramos muchas chuches.
NIÑO III. - ¡Chuchi piruli!
(Aparece en el escenario una señora que va a la compra)
SEÑORA. - A ver niños ¿a dónde vais con tanto dinero?
NIÑO I. - Vamos a la tienda a comprar chuches.
SEÑORA. - ¡Quién os ha dado este dinero?
NIÑO II. - Lo hemos encontrado ahí en el suelo.
SEÑORA. - No me estaréis engañando, no se lo habréis robado a algún viejo.
NIÑO III. - No señora, no lo hemos robado estaba tirado en el suelo.
SEÑORA. - A ver trae el billete que lo vea.
(Los niños le dan el billete, la señora lo mira con mucho detenimiento y ...)
SEÑORA. - Pero bueno si este billete es del señor alcalde ahora mismo llamo a la policía para que os metan en la cárcel por robarle el dinero al alcalde.
(Los niños empiezan a llorar pidiendole que no llame a la policía)
NIÑOS. - No llame a la policía por favor señora que ya seremos buenos
SEÑORA. - ¿Váis a ser buenos de verdad
le dice: “- Venga iros a la escuela.”
NARRADORA. - A continuación encuentra el billete un ciego.
(Sale un niño caracterizado de ciego con un bastón y unas gafas oscuras y dice)
CIEGO. -Estoy ciego. No veo nada. ¿Quién me ayuda a cruzar la calle?
SEÑORA. - Yo le ayudo buen hombre, cójase de mi brazo, vamos a cruzar ahora que no pasan coches.
CIEGO. - ¡Muchas gracias señora! Es usted muy amable. La verdad es que hoy día hay pocas personas que se paren como usted y ayuden a un pobre ciego.
SEÑORA. - Tiene usted razón, hoy día todo el mundo tiene mucha prisa y nadie se quiere parar a nada.
(El ciego ve el billete, lo coge y da saltos de alegría)
CIEGO. - ¡Qué sorpresa, qué alegría! ¡Un billete de mil euros! ¡Viva, hurra, bien, toma! (Hace el gesto de Nadal cuando gana una pelota en el tenis)
SEÑORA. - ¡Pero bueno! ¿No estaba usted ciego? La que me he llevado una sorpresa mayúscula he sido yo.
CIEGO. - Anda pues es verdad, tiene usted razón, ahora que me acuerdo, yo antes era ciego y ahora veo. Otra sorpresa y otra alegría que me llevo hoy. ¡Gracias señora! ¡Viva, ya no soy ciego! ¡Milagro, milagro!
(Le da un abrazo, la mujer se queda patidifusa y con la boca abierta, el "ciego" se va corriendo).
SEÑORA. - ¡Tendrá cara el tío! Vaya que ya no se puede creer una ni lo que ve con sus propios ojos.
NARRADORA. - A continuación el que se encuentra el billete es un estudiante muy pillo que pasaba por allí camino de la universidad.
ESTUDIANTE. - (Sale un niño con cara de pillo con unos libros bajo el brazo, ve el billete y lo va a coger)
ESTUDIANTE. - ¡Viva hurra, qué suerte, un billete de mil euros! ¡No me lo creo ni yo!
(De pronto se da cuenta de que viene gente por la calle, lo pisa, y se pone a silbar mirando al cielo. Pasan por su lado unas señoras)
SEÑORAS. -¿Qué haces ahí parado?
ESTUDIANTE. - Nada mirando las moscas.
(Se van las señoras, se agacha a coger el billete pero las señoras vuelven a pasar otra vez)
SEÑORAS. - Pero bueno todavía estás ahí, no estarás tramando algo?
ESTUDIANTE. - No señoras no tramo nada es que se me había desatado el cordón del zapato y me lo iba a atar. Ven ya he terminado.
(Se pone de pies)
SEÑORAS. - No sabemos si será verdad pero nos pareces un sospechoso.
(Se van las señoras y el estudiante se dispone a coger el billete)
ESTUDIANTE. - ¡Por fin solos tu y yo! (Se da cuenta de que otra vez se han vuelto las señoras y disimula mirando al cielo)
SEÑORAS. - ¿Oye tú por qué no te vas ya?
ESTUDIANTE. - ¡Joder! Ya están las pedorras estas otra vez. Pero bueno no iban ustedes a hacer la compra.
SEÑORAS. - Pues si pero ya la hemos hecho.
ESTUDIANTE. - Y no tenían que hacer las camas?
SEÑORAS. - No, las dejamos sin hacer para que se ventilen.
ESTUDIANTE. - ¿Y quitar el polvo y barrer la casa?
SEÑORAS. - ¡Qué dices eso lo hace nuestra criada!
ESTUDIANTE. - Total que no se van a ir de aquí.
SEÑORAS. - Eso es y no te vamos a quitar el ojo de encima porque pa nosotras que tu tramas algo.
ESTUDIANTE. - ¡Joder!
(De pronto el estudiante mira al cielo, señala con el dedo y dice...)
ESTUDIANTE. - ¡No se tire usted que se va a matar! No haga usted eso señora.
SEÑORAS. - Pero ¿quién se quiere tirar?
ESTUDIANTE. - Aquella señora del décimo no la veis allí que se va a tirar por la ventana?
(Las señoras miran hacia arriba un rato y el estudiante aprovecha para coger el billete y salir corriendo)
SEÑORAS. - No vemos a nadie ¿Dónde dices que está? ¡Anda se ha escapado! ¡Ya decíamos nosotras que este tramaba algo. ¿qué sería?
(Se quedan con cara de sorpresa)
NARRADORA. – El siguiente que se encontró el billete fue un borracho
(Sale un niño caracterizado de borracho, con una botella y haciendo eses)
7 BORRACHO. - Yo no estoy borracho. No. (Hace como si bebiera vino, sigue andando, ve el billete y dice). - Anda veo dos billetes de cien euros. (Lo coge con mucha dificultad, se cae y dice).
BORRACHO. - Voy a comprar otra botella de vino.
NARRADORA. – Después del borracho pasó por la calle un jornalero que iba a trabajar.
8 JORNALERO. - ¡Qué lata! Tengo que ir a trabajar como todos los días. ¡Anda, un billete de cien euros! Ya no tengo que ir a trabajar. Hoy ya he ganado bastante. Me voy a mi casa.
FIN
Naturalmente que se puede ampliar, añadiendo todos los personajes que se os ocurran o disminuir suprimiendo los que menos os gusten.